domingo, 14 de diciembre de 2014

Mi castigo de chichinabo (o el diario de un adolescente escrito por su madre)

DÍA 1:
Me han expulsado del colegio por gracioso.
Bueno, era gracioso para mí, pero no para el profesor que ha tratado de quitarme mi fantástico puntero láser y me he negado a dárselo. Al final creo que no le ha hecho gracia a nadie puesto que no podré volver al colegio hasta la semana que viene.
Bueno. A ver cómo se lo toman en mi casa.
He decidido hacer huelga de hambre para que mi madre se sienta mal al castigarme y el castigo sea menos duro. Estoy acostumbrado a los castigos de chichinabo de mi madre, que no son castigo ni nada y sé que en pocos días estaré como siempre, haciendo lo que quiero.
Me han quitado el móvil y me han llevado a mi casa, a muchos kilómetros de la ciudad... Asco de aislamiento.
Soy capaz de torear el castigo, porque me he encontrado el móvil de mi padre y consigo chatear con mis amigos. Debo ser cauto para que no me lo quiten.

DÍA 2:
Mi madre y mi hermana se han ido al colegio y yo me levanto muy tarde. No está el router en su sitio y me he dado cuenta de que le han quitado cables a mi videoconsola, por lo que me espera un día de aburrimiento total.
Como tengo un hambre horrorosa y nadie para verme, me como todo lo que veo y pienso que puedo hacer para no aburrirme.
Como me han dejado el teléfono fijo, decido machacar a mi madre con llamadas para que me diga donde ha dejado los cables y el router y me pueda entretener un rato.
Se ve que con dos llamadas no es suficiente, así que insisto hasta que lo consigo. ¿Será tonta?
¿Pues no me dice que me deja jugar a la Play hasta que ella llegue?. Eso sí, la he presionado diciéndole que me iba a ir andando hasta la autopista para coger el autobús. Como se ve que lo de la huelga de hambre no ha dado resultado esta otra táctica parece más efectiva. Juego con la ventaja del miedo que tiene mi madre a que me pase algo por esa carretera sin arcén.
Debe ser tonta de remate, porque yo no pienso aventurarme a irme hasta el puente de la autopista solo, si no tengo móvil ni sé a qué hora pasan los autobuses. Además si lo hiciera las cosas se iban a poner todavía peor.
Así que he seguido dando la lata y la debilidad mental de mi madre hará que consiga lo que quiera.
¡Qué bien me lo estoy pasando con la Play!.
Se ve que mi madre está despistada y después de ignorarla unas cuantas veces cuando me ha pedido que pare, se ha puesto a preparar cosas para llevar a mi hermana a la ciudad.
Me había dicho que me iba a llevar a mí también y hasta me dejaba salir de 7 a 10, pero yo le he dicho que para dos horas no me merecía la pena. Y hay que ser tonta para no darse cuenta que en realidad eran 3 horas pero como mis amigos entrenan y no sé con quien quedar he preferido no ir y me he quedado un montón de horas frente a la pantalla, jugando a pegarle tiros a personas virtuales.
Además su grado de tontura es tan grande que me han dejado la tablet y cuando me he acostado he podido chatear con  quien me ha dado la gana hasta las tantas.
¡Vaya!, Alguien ha quitado el router. Habrá que ir preparando la estrategia para mañana.

DÍA 3.
Me he levantado supertarde. Por supuesto no he recogido mi cuarto, porque tengo que mostrar que estoy muy molesto y de mí no van a sacar nada. Voy a presionar un rato hoy a mi hermana para que pida el router. Lo bueno de tener una hermana es qeu mi madre no la quiere fastidiar a ella con mi castigo (¿castigo?jajajaj) y yo salgo beneficiado.
Después del ridículo que hizo mi madre ayer con su propuesta de salir y que rechacé por insuficiente hoy voy intentar pasar todo el día quejándome a ver si fastidiando me dejan jugar a la play un rato más.
Además estoy pensando en ir amargando a todos para que el lunes pueda bajar a la ciudad y por la tarde ver a esa amiga del colegio que me hace sentirme bien. Le diré a mi madre que ya que ayer no aproveché esas horas que me dio para salir, lo pueda hacer el lunes y de camino me quedo en la ciudad.
Espero que mamá siga siendo tan tonta de no ponerse firme en mi castigo y realmente sigan siendo unas vacaciones, en casa, sin cole, con play y pudiendo quedarme hasta las 2 o las 3 chateando.
Es que soy muy listo y no se dan cuenta de nada. Menudos pardillos son mis padres.
Lo único que realmente me fastidia es no tener mi móvil y es por la mala suerte de estropeársele a mi madre el suyo, porque si no fuera así, seguro que poniéndole carita de bueno y pidiéndole un falso perdón de los míos, me lo acabaría dando.

DÍA 4
Hoy también me voy a levantar tarde. Ayer me pegué un día estupendo. Jugué lo que me dio la gana y me pegué hasta las tantas chateando, por lo que tengo que descansar.
A ver como toreo hoy el castigo (¿castigo? jajajj)
Realmente mis padres no saben castigar.
Sé abusar de su bondad, de su amor hacia mí, pero realmente yo les tengo un asco...y da igual que ellos se sacrifiquen por mí, me preparen la comida y dejen de hacer cosas que les gusta a ellos para que no me falte cosas a mí. Yo lo que quiero es un piso en la ciudad, y me da igual que mis padres no se lo puedan permitir. Es que tengo derecho a vivir cerca de mis amigos y estoy harto de vivir en el campo.


Menudo chaval soy... como para estar orgulloso de mí.

Esto es lo que mi madre piensa que son mis pensamientos ...quizás me conoce mejor de lo que yo creía.
Me temo que tras esto, comienza el castigo de verdad.