domingo, 8 de noviembre de 2015

Ocho años y sigues conmigo

Han pasado 8 años y tú sigues aquí. Se diluye el dolor de la pérdida porque la vida nos trae nuevas circunstancias, nuevas oportunidades, pero tú sigues aquí, conmigo, en mi corazón.

Han pasado 8 años, papá, y el sonar de tu voz profunda se sigue reproduciendo en mi cerebro como si de una grabación de cassette se tratase.  Y sigues aquí, susurrándome consejos al oído.

Han pasado 8 años y creo verte en cada hombre con sombrero que veo, en cada hombre alto y elegante, en cada ser amable y amoroso. Y sigues aquí, inundándome con tu presencia.

Han pasado 8 años y aún así no hay un día en el que no te recuerde, en el que no te pida que sigas siendo mi guía, mi consuelo, mi esperanza.

Estás aquí, papá. Estás aqui aunque la vida te haya separado de mí, porque soy parte de ti, te imito, te admiro, te amo. Y no se puede sentir todo eso si no estuvieras aquí. Por eso sé, papá, que sigues aquí. Te querré mientras viva.