sábado, 30 de julio de 2011

Paz interior


La paz me rodea estos días de descanso. El reencuentro con la naturaleza y conmigo misma ha formado un tanden de bienestar que me limpia completamente desde lo más profundo. Vivir alejada de las malas energías hace que renazca en mí la ilusión. Pero no una ilusión por el futuro, sino por cada segundo que vivo, que exprimo, que disfruto y que gozo en sí mismo.
He llegado a la conclusión de que lo que realmente es bueno es vivir el presente, el ahora, porque es lo único real que tenemos. No preocuparse es un síntoma de valentía ya que no tememos al futuro ni nos ponemos en guardia contra él. Ese futuro, como he dicho ya en varias ocasiones, será presente en su momento y la vida se encargará de darme los instrumentos necesarios para que también sea lo mejor posible. He podido comprobar en el pasado reciente que cambiar el chip mental cambia verdaderamente la vida, al enfocar las cosas desde otra perspectiva más amable.
Aunque muchas cosas negativas intentaron golpearme, yo, de gomaespuma, me adapté y escupí lo malo.
Hoy he soñado con un cambio de vida y eso me hace reflexionar para bien. Sé que hay otras opciones maravillosas que me llaman y que algún día tendré enfrente. Llegará pero aún no sé cuando...La vida me va a ir dando las claves para ese cambio, estoy convencida y sé que voy a continuar con esta felicidad interior.
Y Reiki tiene mucho que ver en ello. Siento que mi camino se va abriendo cada vez más hacia ello. La experiencia de voluntariado en Madrid me gustó muchísimo. Sentirte integrada con personas con una sensibilidad especial te hace ver que no eres ningún bicho raro y que simplemente eres más sensible que la media y no hay que avergonzarse por ello, sino todo lo contrario, sentirse orgullosa de ser así.
Lo que antes podría identificar como debilidad, ahora lo identifico como sensibilidad, bondad, o ganas de amar a los demás, y nadie va a conseguir que cambie para hacerme dura, fría o insensible. Solo siento no poder liberarme de algunos sentimientos malos hacia personas que me han hecho daño. Sé que el día que consiga perdonar, y olvidar, seré mucho más feliz, pero hoy por hoy no lo consigo porque cierto miedo irracional sigue anidando en mi pecho.
Así que a partir de ahora, a construir una vida nueva, sin dejar paso a la rutina, al desasosiego, a la incomunicación, al desamor...

jueves, 28 de julio de 2011

Paseos por Cantabria...


En estos días en los que me estoy dedicando a visitar Cantabria, he descubierto rincones tan variopintos y hermosos que no sé muy bien cómo comenzar a escribir esta entrada. Son tantas las sensaciones que me producen estos lugares que ni esforzándome soy capaz de expresarlas en este rincón virtual que me sirve, también, de cuaderno de viaje.
Ayer visité la Cueva del Soplao. ¿Qué puedo decir de una maravilla que escapa a toda lógica racional? Me impresiona como la naturaleza es capaz de formar, con el paso del tiempo, formaciones tan asombrosas como las que se encuentran en esta increíble cueva. Sus formaciones excéntricas son tan fascinantes e increíbles que los geólogos que las estudian no consiguen dar una explicación racional sobre cómo se forman. Estalagtitas y estalagmitas al uso, de esas que se unen formando columnas milenarias están por todos lados. Eso es normal en casi todas las cuevas que están abiertas a las visitas. Pero en esta cueva hay otras que se retuercen, que parecen corales blancos colados a los techos rojizos por el hierro o blancos por las calizas...Y se encuentran formaciones que asemejan a grupos de fantasmas de dibujos animados saliendo de las entrañas de la tierra, o un portal de Belén con todas sus figuritas, una gallina con sus polluelos o una impresionante lámpara blanca como la nieve.


Hoy he visitado el bosque cántabro e igualmente me ha sorprendido sentir el otoño en pleno julio. Un bosque con hayas, acebos, robles, helechos y musgo me transportó inmediatamente al bosque prohibido de los libros de Harry Potter. Imaginaba que en cualquier momento iba a aparecer por detrás de alguno de los impresionantes árboles centenarios (o milenarios) que allí habia, una araña gigante o un centauro mágico para corroborar que ese espacio no podía ser real. Pero lo era. Y al rozar con mis manos esos troncos sólidos y con tanta vida acumulada, he sentido que soy apenas un suspiro en la vida y que los momentos han de ser vividos plenamente, cada instante, disfrutándolos como algo único...

El paseo de la tarde nos ha llevado a otras vistas impresionantes de estas tierras. Hemos ido a las playas que circundan San Vicente de la Barquera. En Oyambre he descubierto porqué la carne es tan buena en estas tierras. Una granja, en lo alto de un acantilado ofrecía a las vacas una vida espectacular. De un lado, el mar Cantábrico se presentaba salvaje frenado por las rocas del acantilado, en el otro, las vacas podían observar, mientras pastaban en prados de un verde rabioso, la playa semicircular de Oyambre, azul del mar, amarillo de la arena, y verde de la montaña que besa la playa.
El baño, casi al atardecer, ha roto mis esquemas sobre el agua del Cantábrico. Mis niños, con sus nuevos neoprenos, entraron sin miedo en las aguas cristalinas de la playa. Yo, temerosa, algo avergonzada al mostrar mi blanca piel en mi primera exhibición de biquini postdieta, me acerqué a la orilla. El agua, cálida y suave, me besó los pies y me incitó a zambullirme en su seno. Será por el impacto térmico que sufrí la semana pasada en la cascada del Purgatorio o porque me estoy acostumbrando a estas temperaturas, pero el hecho es que me he sentido maravillosamente bien dentro del agua...Salir de ella ha resultado más duro, porque el sol de la tarde calienta poco y apenas se superarían los 22 grados. Así que he llegado a casa con la piel bien curtida por el mar y el frío.
Mañana será un día más para disfrutar por estas tierras que me parecen infinitas, con miles de paisajes, olores y sabores.

lunes, 25 de julio de 2011

Reencuentros maravillosos

Cada año, cuando vuelvo al pueblo, siento que revivo con cada reencuentro que tengo aquí. El volver a ver a mis amigos y a mi familia, me hace volver a sentir sensaciones que se olvidan durante todo el año y que recupero en estas calles.
Este año ha sido muy especial por muchos motivos. El bienestar que siento interiormente se ve reflejado en mi exterior y los que me conocen desde siempre lo han percibido. Me he sentido muy reconfortada cuando todos me han dicho que me ven estupendamente y no me he privado de explicarles cuales han sido las claves de mi éxito personal: sobre todo quererme a mí misma.
Ha sido especialmente divertido cuando me he reencontrado con un chico al que no veía desde hace 25 años y que me ha dicho que estoy igual que siempre...Me he reído porque en cierta medida tiene razón, ya que mi aspecto físico se asemeja mucho más a la Irene que fui hace todos esos años, que a la que era el año pasado, pero él no me había visto.
Así que me he paseado como una pava orgullosa por todo el pueblo regocijándome en semejante piropo lanzado desde el desconocimiento.
Aquí en este maravilloso pueblo viví unos veranos e inviernos maravillosos y asenté amistades de por vida. Como la canción de Celtas Cortos "Veinte de abril" "Ya no quedan casi nadie de los de antes...y los que hay...han cambiadooooo". Sobre eso hemos hablado hoy largo y tendido Carlos, Yolanda y yo, los de la pandilla de los ochenta...los que quedamos todavía por estos lugares y lo que la vida le ha traído a cada uno.
Por un lado te sientes agradecida de poder estar aquí. Otros, como Raúl y Pablo murieron prematuramente y su recuerdo sigue vive en muchos de nosotros que todavía los percibimos por los rincones del pueblo. Muchos se marcharon y nunca volvieron y la imagen de ellos quedó congelada en nuestros recuerdos con sus 15, 18 o 21 años...Es más que probable que si me cruzase con alguno de ellos difícilmente los podría reconocer.
Cada año, cada verano, esos 15 minutos de encuentro hacen que te esfuerces por resumir lo que has hecho con tu vida los últimos 364 días y tratas de mostrar la cara amable de la misma. ¿Porqué hablar de lo duro que ha sido trabajar en una atmósfera adversa? Tampoco apetece contar lo complicado que resulta tomar decisiones que afectan a tus hijos pero que necesitas tomar ya, porque si no, sientes que te mueres por dentro. Yo he optado por hablar de lo bien que me siento, de lo maravilloso que es transformarse por dentro y encontrarse y quererse a uno mismo. He tratado de reflejar mi positividad, mi convencimiento de que si pienso que todo va a ir mejor, eso ocurrirá, porque tengo dentro mucho amor para entregar, mucho cariño para compartir y necesariamente la vida te recompensa con lo mismo.
Y curiosamente instantáneamente he visto que las personas están más predispuestas a escuchar ese discurso que las penas que las enfermedades traen, las dificultades económicas o las frustraciones familiares. Todos necesitamos flotadores a los que agarrarnos para mantenernos arriba y en algún caso he sentido que soy un flotador...y me ha gustado...
Mañana me marcho hacia el norte, al lado de Comillas, en Santander. El año pasado también estuve allí y me fascinó su Románico, sus iglesias diminutas y perdidas que transmitían espiritualidad a raudales, su naturaleza verde y generosa. Allí no habrá más reencuentro que el que tendré con mi prima y su familia, pero igualmente gratificante y hermoso...Me encanta viajar y descubrir, lugares y seres humanos...

jueves, 21 de julio de 2011

Mi visita al Purgatorio

Cuando la vida te da la oportunidad de viajar tienes que estarle agradecido. Cada lugar que se visita aporta en nosotros un paquete de experiencias que enriquece nuestro disco duro y nos hace cambiar las perspectivas.
Eso me ocurre cada año cuando tengo la suerte de visitar otros lugares. Da igual que ya haya ido antes, pero el mismo hecho de ser algo esporádico, hace que las cosas aparezcan ante mis ojos de otra manera y sienta que el lugar es nuevo.
En estos días estoy compilando una información muy diversa de cada uno de los lugares que visito. La sierra tiene eso: es igual y al mismo tiempo diversa. El río siempre está ahí, pero cada recodo del mismo te ofrece una imagen diferente y hermosa, que te hace reflexionar y sentirte muy bien. Los bosques, salvajes o cuidados, dejan pasar la luz del sol de una forma peculiar. La espesura de las copas de los robles o pinos, te refrescan o te hielan, según esté el día y las mariposas revolotean a tu alrededor como si de hadas mágicas se tratasen, haciendo que quieras ser la niña del exorcista para poder seguir su vuelo circulante.
He gozado de las cascadas que los ríos forman en su cauce. Alguna, salvaje y escondida, han supuesto un reto interesante para mis poco acostumbradas piernas. Las subidas a las rocas en busca de su belleza, han sido auténticas torturas física que, en cierta medida, justifican el nombre que recibe: la Cascada del Purgatorio. El trayecto hasta la misma es tan largo y escarpado que da tiempo para reflexionar, purgar todos nuestros pecados y renovarse una vez que se llega al crepitar de sus cristalinas aguas.
El zambullirme a sus pies ha hecho que por primera vez haya sentido que la lengua se me dormía. El agua estaba tan fría que consiguió que toda la sangre de mi cuerpo abandonase sus lugares naturales y acudiese velozmente a proteger mi pecho del impacto térmico al que estaba siendo sometido. Pero esa fusión con la naturaleza me hizo sentir una más en ese entorno. Aceptaba sus reglas y la naturaleza me recompensaba con un despertar físico desconocido.
Te sientes tan frágil y vulnerable y al mismo tiempo tan importante que esa confluencia de sentimientos te cambia las perspectivas.
Todo ha sido como un bautizo a una vida nueva, siempre profunda, siempre atrayente, siempre positiva. En aquella cascada he dejado mucho de lo malo que traía. Esas visiones que nublaban mi entendimiento vital se han disuelto en las transparentes aguas saltarinas de la Cascada del Purgatorio y los pecados que quedasen pegados a mi piel han salido huyendo ante el impacto del gélido elemento.

lunes, 18 de julio de 2011

Una llamada que quiebra las defensas

No ha pasado ni una hora desde que escribí mi anterior entrada y ya no me siento como antes. Una llamada me ha derrumbado las defensas y ha hecho que un torrente de tristeza me embargase de repente. Y me doy cuenta de que sigo pecando de tonta por dejar que unas palabras se introduzcan en mi cerebro con la única intención de hacerme sentir mal conmigo misma. Y no es solo una, sino otra y otra y otra llamada en las que va derrumbando cualquier resistencia para al final pegar la puntilla y hacerme caer.
Esto me pasa por tratar de hacer que las cosas fuesen de la mejor manera posible . Quería llevarme aceptablemente bien con el padre de mis hijos porque pensaba que sería positivo para todos, pero ahora me doy cuenta de que sigue siendo el mismo hombre que trataba de hundirme anímicamente con sus palabras, liosas, ofensivas, confusas e hirientes. Y lo conseguía.
Ahora mismo un torrente de lágrimas recorre mis mejillas y soy consciente de que eso me va a hacer sentir mejor. Ese dolor no puede asentarse dentro porque no lo voy a dejar.
He querido ser consecuente con mi actitud vital más reciente y he tratado de transmitir al máximo mi positivismo. Pero ha sido imposible. El influjo del negativismo, del pesimismo, de la desesperanza ha acabado por alcanzarme.
Y lo peor es que he recordado muchas cosas que estaban ya curadas. Y he sentido el proceso del dolor otra vez en mis carnes. La pena en la garganta, la angustia en el pecho y la intención de guardarse. Pero no lo he dejado. He recurrido a mí misma para no dejar que eso se asentase en mí y por eso ahora lloro. Siento pena, pero esa pena no se va a quedar conmigo.
Tras muchas más interrupciones motivadas por otras tantas llamadas, voy asumiendo que la vida también debe girar en este aspecto. He dejado todo a medias, pensando que sería más fácil para todos facilitar el proceso de adaptación. Pero me equivoqué. Así es más difícil. Las ligaduras no consiguen romperse del todo si se intenta comprender lo que una mente desvirtuada trata de contarte. Acabas confundido, sin un horizonte claro al que agarrarte y entonces empiezas a caer.
Entiendo el dolor ajeno. Entiendo que sea difícil entender que los errores cometidos en el pasado han llevado a un presente que no es lo que queríamos, porque hemos perdido mucho de lo que antes ni valorábamos. Me duele mucho haber provocado tanto dolor en un ser humano, pero llegó un momento en el que yo misma peligraba. Dejé de ser yo para convertirme en una sombra de mí misma. Dejé de quererme porque no sentía que me quisieran. Dejé que me pisoteasen y acepté todo por un supuesto amor y compromiso que no rendía nada en ningún aspecto.
Y porque lo dejé todo me perdí. Sin orientación la Irene que renació de esos escombros ha luchado mucho para rehacerse desde lo más profundo. Y había recursos. Unos humanos y otros más imcomprensibles. Pero me ayudaron en algo tan fundamental como es quererme a mí misma.
Le he pedido que me lea. Que busque mi blog por el mundo virtual y aprenda a conocerme. Dos años de blog y solo leyó una entrada. ¿Cómo pretender creer que te aman si verdaderamente no han hecho por conocerte?. Aquí estaba todo: mis miedos, mis ilusions, mis logros, mis fracasos...De haber habido un interés quizás las cosas habrían recorrido otro camino.
Pero eso ya es agua pasada y ésa no mueve molino. Ahora me toca descansar que mañana se viaja y ya llevo unas horas de sueño atrasadas. Me voy sintiendo mejor. Esto se curará pronto...

Y comienza mi periplo

Llevo días preparando mis ojos para nuevos encuentros. Aunque las circunstancias me lo han tratado de poner duro, yo he seguido al frente y por fin voy a poder contemplar nuevos lugares que me llenen de experiencias que ver y contar. Trataré de absorver cada sonido, cada olor, cada color en los rincones de España que quiero recorrer con mis hijos en estos días. Quiero pararme a observar, a analizar, a engullir las particularidades de cada lugar.
Mi primera parada me llevará a un lugar al que amo profundamente. En Pinilla aprendí que un amigo puede durar toda la vida si uno así lo quiere y aunque pase el tiempo y la vida mantenga separados a estas personas, el reencuentro es siempre emocionante. Allí volveré a ver a personas que representan mi pasado y mi presente. El entorno, idílico, me hace revivir los encuentros narrados por mi padre en sus preciosos romances y a medida que voy haciéndome mayor, aprecio mucho más cada rincón de ese lugar, sus plantas, sus rocas, sus montañas, sus aguas, su frescor.
Es en Pinilla donde soy consciente de que la mayoría de nosotros no sabemos apreciar lo que tenemos hasta que lo tenemos lejos. Y es algo recurrente en mi vida echar de menos los paseos junto al pantano, bordeando el río Lozoya hasta las pozas, observar los peces que nadan a contracorriente, e incluso oler la variedad de plantas que rodean el pueblo.
Pinilla es un lugar que puedo imaginar hace más de setenta años, porque mi padre, mi abuela y mi tío, describían cómo era su vida en sus memorias, y el pueblo, aunque muy cambiado, sigue conservando esas particularidades que hace que el que vaya se enamore de su entorno y necesite volver.
Esa será mi primera parada y espero contar, en una semana, que ha sido todo estupendo. Tengo ganas de ver a viejos amigos que siguen veraneando allí, se han casado con personas del pueblo, o simplemente decidieron que ese pueblo seguiría formando parte de sus vidas.
Mi viaje continuará hacia el norte, pero eso ya os lo cuento más adelante...

viernes, 15 de julio de 2011

Una gran efeméride


Me he llevado todo el día pensando que mi padre habría cumplido 90 años este día que acaba de finalizar. Todos los 14 de julio que recuerdo se celebraba el cumpleaños de un señor, que era todo luz y amor. Normalmente el día 16 se celebraba junto al santo de las Cármenes y el de los Venturas, el cumpleaños de mi padre y de mi hermana y era una oportunidad de reunirnos.
Ya todo aquello acabó. La unidad se desintegró el día en que ese ser de luz desapareció de nuestras vidas. Cada uno empezó a vivir para sí y la familia dejó de ser lo importante para dar paso a los intereses particulares. El núcleo de los García se quebró para dar paso a muchos otros apéndices del mismo apellido pero con intereses enfrentados entre sí.
Es en estos días en los que reflexiono sobre lo que ha pasado en mi vida en los últimos años, cuando trato de comprender qué mecanismos han sido necesarios para que una familia que se reunía por Navidad y disfrutaba de risas y complicidad, haya llegado a este punto.
Trato de imaginar qué ha hecho que cambiemos tanto como para que el abismo haya sido insalvable entre algunos de nosotros. Creo que el egoísmo, la envidia, la maldad, han llevado a algunos a la ceguera emocional. Está claro que yo soy medio ciega de un ojo, pero los ojos interiores los tengo cien por cien activos. Otros, quizás, tienen los ojos físicos muy bien, pero está claro que el tercer ojo, el que ve más allá, lo tienen más que bloqueado. Un gran candado les impide ver su propia actuación vital.
Y si he lamentado todo esto ha sido porque algunos miembros de mi familia son desconocidos para mí. Los miro y no los reconozco como aquellos hermanos con los que jugaba cuando era pequeña. Es como si hubiesen muerto y tras el duelo me queda recordar a los seres que un día fueron, que nada tienen que ver con los seres en los que se convirtieron.
Otros, sin embargo, han seguido la estela de mi padre. Su trayectoria vital ha demostrado que la semilla que aquel maravilloso hombre plantó en nosotros fructificó de la mejor manera posible, dando paso a personas estupendas.
¿Y yo?. Quizás me he quedado a medio camino entre unos y otros. No he llegado a fructificar como estos últimos pero tampoco he llegado al grado de atrofiamiento de los primeros. El encontrar la luz en el momento adecuado me ha hecho reaccionar a tiempo y enmendar cualquier atisbo de egoísmo o incorrección. Y en ese camino estoy. Cada día más orgullosa de mí misma, porque sé que si mi padre me pudiese mirar hoy sonreiría por mi trayectoria vital. Porque esa trayectoria solo la sé yo porque forma parte de mi yo más interior y sé que ahí he ganado la batalla a todos mis miedos.
Hoy habría cumplido 90 años y ya no está físicamente aquí. Pero su presencia es constante en mi vida. Desde la pared de mi salón me observa en esta fotografía en la que aparece lleno de vida, dispuesto a enfrentar todos los retos que la vida le presentase ante sus ojos.
Y fue un triunfador como ser humano, como hombre, como padre, como marido, como hijo.
Y una vez más le dedico una entrada porque quiero compartir con todos mis amigos el orgullo de haber conocido a un ser de luz, con todas las letras, a un ángel de la guarda que me guía continuamente y hace de mí una persona mejor. Felicidades papá.

lunes, 11 de julio de 2011

Hoy: Diez mil visitas


Cuando apenas queda UNA para que llegue a las 10000 visitas a mi blog y a su segundo aniversario quiero hacer una parada para reflexionar qué ha significado escribir en este espacio virtual para mí.
En principio mi idea era tratar de verbalizar lo que unos ojos enfermos eran capaces de captar de una realidad cambiante que los circundaba. Así comencé, tratando de descubrir cuál sería la primera palabra que desencadenaría cada una de las entradas de mi blog.
Poco a poco fui adentrándome en mis pensamientos más antiguos, más profundos, más simples o más inquietantes. Aprendí a analizar mi entorno físico y a las personas que me rodeaban. Es en ese momento cuando me empiezo a dar cuenta de que lo que ven mis ojos no es solo algo físico, sino algo mucho más íntimo y personal que se visualiza con el corazón.
Y es cuando comienza mi verdadera andadura bloguera.
En este espacio virtual he descubierto quien soy verdaderamente. He desnudado mi alma ante gente que me quiere y también ante los que no lo hacen. Y a pesar de las advertencias de los primeros ante los ataques de los segundos, no me ha importado seguir escribiendo en los mismos términos. Porque decidí que nada ni nadie volvería a hacer que me escondiese. Y que sería feliz siempre, a pesar de los pesares porque la vida es tan bella y ofrece tantas posibilidades que es absurdo perder el tiempo quejándose, haciendo daño a los demás, abandonándose a uno mismo...
En este blog también he tratado de describir aquellos lugares que me han impactado de alguna manera. He descrito un viaje, una iglesia, una realidad...y el releer esas entradas me ha hecho revivir cada momento como si de nuevo estuviese allí.
He conseguido profundizar en las personas que me rodean, en mis amigos, en mis hijos, en mis alumnos y ese encuentro íntimo con la humanidad me ha hecho comprender mi propia realidad.
También me ha acercado a un mundo espiritual en el que la figura de mi padre ha aparecido recurrentemente como guía en mi cambio interior. Su ejemplo ha permitido que eliminase cualquier resquicio de maldad o resentimiento que me quedase dentro.
Sé que puede parecer un contrasentido que escriba esto último, dado que hago referencia a los malvados en distintas entradas de este blog. Y es porque soy humana y como tal, aunque trato de perdonar el daño que recibo, también me rebelo ante la injusticia con reprimendas a esas personas que se alejan cada vez más de la bondad.
He descubierto en este viaje bloguero que me importan las personas, que odio la hipocresía, aunque también odie odiar.
He sido consciente de la importancia de los amigos, los de siempre, los nuevos, los que vendrán, porque ellos me enriquecen con sus personalidades, con sus experiencias, con sus consejos.
En este blog he hablado de la transformación que el Reiki ha supuesto para mí y de la alegría que el encuentro con Dukan y compañía ha representado en mi cambio físico exterior. Todo ello ha permitido que renaciese una nueva Irene, que no es otra que la Irene de siempre, con los mismos defectos y debilidades, pero mucho más rica en todos los sentidos (menos el económico, me temo).
Concluyo esta entrada agradeciéndole a todas las personas que me han leído en estos dos años, sus comentarios, sus muestras de cariño y apoyo en los momentos malos, sus críticas (la mayor parte de ellas constructivas)y su fidelidad.
Y aunque pueda parecer una tontería un par de lágrimas recorren mis ojos en este momento al ser consciente de lo importante que sois para mí. Un beso. Irene.

sábado, 9 de julio de 2011

Una ola de amor


Ha sido espectacular. Asombroso y gratificante como pocas cosas.
Hoy me siento una de las personas más felices de la tierra. Y eso es maravilloso.
Y ¿porqué?...Porque he sido no solo consciente de que soy rica en amor sino también he constatado que soy importante para muchas personas.
Esta ola de apoyos, ofrecimientos, palabras de ánimo y esperanza ha llenado mi corazón de tanta alegría que hoy estoy pletórica, sin conseguir parar de sonreír aunque en estos momentos esté sola. Y sobre todo tengo una gran gratitud dentro que no me permite ni un solo pensamiento negativo.
Y me fuerzo a ello solo para que los que pretenden mi mal recapaciten y centren sus vidas en otros objetivos más beneficiosos para ellos. ¿Qué van a a lograr buscando mi mal?¿Acaso eso reporta algún beneficio para alguien? Puede que vaya implícito un beneficio económico fugaz, pero ¿merece la pena?¿se consigue algo con la venganza?
Yo soy tajante. NO. Y me siento todavía más orgullosa conmigo misma. Porque creo que solo se consigue ser feliz de verdad tratando de hacer el bien.
¿Qué provecho van a sacar si se salen con la suya?¿Realmente podrán probar que yo estoy loca y soy peligrosa como han tratado de hacer aparecer por ahí?. Ni sé qué decir ante ello.
Creo que en mi trayectoria vital he dado muestras de ser una buena persona. En mi trato directo pocas personas podrán decir que yo las haya tratado mal o no me haya disculpado si en algún momento me he pasado. Es cierto que en mi tono de voz gritón y aparentemente nervioso algunas personas perciben avasallamiento, pero no es mi intención ofender a nadie. Muy al contrario a veces peco de ser demasiado generosa porque me gusta compartir lo que aprendo, lo que me enseñan, lo que descubro para que el conocimiento se extienda más y ayude a las personas a mejorar. Y a veces eso sienta mal, porque no a todos les gusta que le hagan ver que siguen anclados en una misma vida sin capacidad de reaccionar. Y puede que ello derive en envidias, en malas interpretaciones de mis intenciones y se cree el mal rollo.
Así que aprovecho que estoy muy contenta para pedir disculpas a todas esas personas que ven en mí a un ser despreciable que necesita ser arrinconado. Pido disculpas porque la imagen que tienen de mí no se corresponde en absoluto con la persona que soy de verdad.
Siempre me queda saber que hay una auténtica marea humana que sí me conoce y me quiere tal yo como soy, ven mi interior porque yo trato de mostrárselo cada día y perciben mi cariño.
Y eso es, para mí, más que suficiente. Gracias.

viernes, 8 de julio de 2011

Ante la adversidad

Hoy más que nunca he sido consciente del cambio tan grande que he experimentado interiormente.
Tras un par de acontecimientos bastante desagradables que he vivido hoy, era para estar nerviosa, amargada, frustrada. Pero no lo estoy. Y eso me sorprende enormemente.
En otra época al menos me habría pegado una llantina considerable por la frustración que te produce que te roben gran parte de tu vida.
Porque un bolso lleva mucho de una dentro. No sólo lo necesario como son los documentos o los móviles, sino porque confía en que siempre tienes ahí lo que es fundamental para ti.
He perdido carnets, números de teléfono que tenía desde hace tanto...que pienso que ha sido como si una parte de mi vida hubiese desaparecido.
Entiendo que estoy en un proceso de cambio y que muchas cosas deben mutar de alguna manera para que el giro sea completo. Pero que todo venga tan seguido y con tanta intesidad me hace ver que todo es efímero y que debemos aprender a vivir sin tanto material. Porque no es lo material lo que me preocupa, ya que todo es sustituible, es la sensación de que han violado mi intimidad entrando en mis cosas. Y además me supone grandes inconvenientes que ahora mismo, a las 4.15 de la mañana me es difícil enfrentar.
Pero bueno. Sigo con la misma idea de ser positiva. Si ésto ha pasado porque tengo que aprender una lección de vida. Pero ya lo descubriré mañana que ahora estoy tan cansada...

sábado, 2 de julio de 2011

Positividad



Es lo que hay. Si somos positivos y nos vemos a nosotros felices y con los sueños cumplidos es más que seguro que esos sueños se cumplirán y la felicidad anidará en nuestra vida.
He comenzado a leer un libro muy interesante que me han mandado. Es sorprendente descubrir que lo que venía pensando desde hace bastante tiempo, ya ha sido escrito por alguna mente preclara que tiene una facilidad maravillosa para expresar lo que otros solo nos atrevemos a pensar tímidamente.
Pero cuando, de repente, te llega un chute de información que viene a reafirmarte en tus pensamientos te das cuenta de lo privilegiada que eres por haber podido, siquiera, pensar en ello.
Y es cierto. He sentido esa ley tan curiosa a la que llaman de la Atracción. Cada uno atrae a su vida aquello en lo que piensa. Y quizás mi error ha sido el nombrar, el pensar, el imaginar todo lo que de negativo ha llegado a mi vida. Lo escribí, lo pensé, y solo faltaba que ello viniese a mí.
Pero he aprendido la lección y se acabaron los pensamientos negativos. Por mucho que las circunstancias se vean oscuras al final todo va a brillar y como me dijo mi padre en su carta, alcanzaré la luz del amor. Me encanta.
Me gusta pensar que al final voy a sentirme muy bien porque sé que hay muchos seres que me quieren y me aman sin condiciones, de mi familia, mis amigos, mis seguidores.
Personas que creen en mí y confían en mi fondo. Soy feliz, de verdad, por todo ello.
Hay que ser agradecidos porque todo este cariño son regalos de la vida. No hay nada más importante.
Lo material, lo físico, es contingente, vanalidades que acaban pasando. Necesitamos de lo físico para comer, para vivir adecuadamente, pero no es imprescindible que lo tengamos todo. Si nos falta el amor y el respeto de los demás no somos seres humanos, porque los seres humanos somos mucho más que cuerpos físicos.

Por eso hoy me siento más rica que nunca, más valiente, más positiva. Tengo la certeza de que la verdad brillará por encima de todo y que las personas que ahora tienen los ojos vendados podrán, desde su oscuridad, visualizar la luz de la razón y se quitarán la venda.
Hoy, mientras escribía esto, llegó a mi ordenador, navegando cual barco virtual, una balsa llena de buenas afirmaciones que me han gustado tanto que las copio aquí para que quien quiera las pueda leer y llevar a su propia vida. Están en un blog que me ha resultado interesantísimo y que debo leer con detenimiento.
Hoy cuanto más amor doy, más amor recibo.
Hoy los acontecimientos vienen y van, pero mi amor por mi permanece fiel y constante.
Hoy en algún lugar hay alguien que busca exactamente lo que yo ofrezco.
Hoy puedo dejar entrar al amor con toda confianza.
Hoy tengo muchos amigos y amigas que me quieren.
Hoy en mi hay un infinito manantial de amor y lo comparto con los demás.
Hoy comienzo el día con gratitud y alegría.
Hoy dejo que se vayan las creencias negativas y que se me revele mi propia y más profunda sabiduría.
Hoy elijo pensamientos que me apoyen y me nutran.
Hoy me tranquiliza saber que estoy en el lugar adecuado, en el momento oportuno y haciendo lo correcto.
Hoy sé que en mi vida todo sucede según un orden perfecto en el espacio y en el tiempo.
Hoy mi vida cada vez es mejor.
Hoy con amor acepto mis decisiones, sabiendo que siempre estoy en libertad de cambiar.
Hoy dejo marchar la necesidad de culparme y de culpar a los demás.
Hoy descubro que soy fuerte, potente e increíblemente capaz.
Hoy encuentro en mi interior el poder necesario para hacer cambios positivos.

Y asi hay muchas otras que pueden buscar, aprender, decir, e incluso crear las suyas propias.
Cada vez que somos positivos, lo transmitimos a los demás, ellos se contagian con esa asertividad, positividad y alegría de vivir y lo podemos notar en sus reacciones.

Concluyo diciendo que para que las cosas cambien de verdad, este pensamiento positivo debe extenderse y darse a conocer a cuantas más personas mejor. En tu mano está el ser positivo. No dejes pasar esta oportunidad. Un abrazo a todos y a todas.