martes, 30 de abril de 2013

Caminando hacia el interior

El murmullo de la música trata de llegar hasta mi corazón, pero el ruido ambiente no permite que la vibración traspase el muro de lo material para acceder a esa otra dimensión en la que la música llega a acariciar el alma.
Si lo consigo cada nota de campanillas permite vibrar mi corazón como si de un arpa se tratase, aumentando la emoción que me hace sentir especial.
Estos niños no comprenden. Están a mil años luz de entender que todo está cambiando a su alrededor al son de la  música que se empeñan en ignorar.
Si cerrasen sus ojos, o simplemente los fijasen en los mandalas que colorean, notarían la transformación que se está produciendo de forma imperceptible dentro de cada uno de los que compartimos este espacio-tiempo al que llamamos presente. 
Soy consciente que la mayoría de los que me rodean permanecerán estancados en su materialidad, cerrando a cal y canto la entrada a su corazón porque ninguno de ellos, ni de ellas, está preparado para acceder a este otro espacio, tan interior, bello y perfecto, que está simplemente allí, para que lo descubramos.
Confío en que esta generación de niños por despertar comience a sentir que lo realmente importante es saber quien es cada uno de ellos, y para ello deben acallar su mente para dejar hablar a sus corazones.

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Y si hablas directamente al corazón sientes como las palabras resuenan, la vibración llega y brotan las lágrimas. Es cierto. Soy yo. Y empiezo a reconocerme.
Pero ¿es así como son las cosas?
Creamos creencias continuamente. Crear, creer.
No hay que hacerlo. Apenas hay que dejarse sentir. Cerrar los ojos, siempre, para desconectar con el mundo físico y sentir de dentro a más adentro.
Con suerte y un esfuerzo que nada requiere podremos acceder a ese otro espacio en el que están todas las respuestas.
Cuánto me gustaría ser partícipe de todos y cada uno de esos cambios...pero sé que primero tengo que participar en el mío propio.
Caigo en mi propio pecado, dejar que lo exterior me domine en lugar de despegarme de ello y ocuparme de mí misma.
Otro día acaba y puedo decir que creo que lo he aprovechado positivamente porque cada granito de arena que aportamos ayuda al cambio que se está produciendo.
Solo querría que esto fuese más deprisa y una gran tormenta de pequeños granitos de arena fuese barriendo toda esa otra energía malévola que va inundando esta sociedad, llevando cada vez a más personas a la desesperación. Puede que al mismo tiempo sea el desencadenante del despertar colectivo pero lo cierto es que la mayoría de la gente no está en disposición de entender todas esas pruebas que hemos decidido experimentar antes de despertar. 
En fin, seguiremos, porque no hay otro camino. Solo el que va hacia adentro.

jueves, 25 de abril de 2013

Luz frente a las sombras

Cuando cierro los ojos para dejar fluir mis pensamientos a través de los dedos, son muchas las cosas que se me vienen a la cabeza. Trato de orientar esas ideas hacia algo que merezca la pena ser escrito y voy descartando algunos temas por que son bastante espinosos para ser expuestos por aquí.
Y sin embargo voy encontrando cierta relación en todos ellos, como si un hilo conductor quisiese hacerme ver que todas esas cosas, situaciones o personas tenían un papel determinado en la obra de teatro que estoy representando en esta vida, y por tanto están conectados entre sí a través de mí.
No hace muchos días viví otro de esos días de "aprendizaje a lo bestia" como yo los llamo. Una metedura de pata me hizo ver que a veces no me debo dejar llevar por el corazón, por mucho que mis intenciones fuesen de lo más honestas y pacíficas. Sobretodo porque el resto del mundo no es Irene, no piensa como Irene, no reacciona como Irene y sobretodo no es tan iluso e ingenuo como yo. Sentí que era el máximo exponente de la estupidez, porque brindé a una persona de mal corazón, la oportunidad de manipular la realidad para orientarla en mi perjuicio.
Pero esta vez usé lo que el universo me ha regalado. Mi capacidad de protección, de perdón, de amor, de comprensión. Fui consciente de que era un aprendizaje y que esas personas se limitaban a cumplir el papel que previamente habíamos pactado representar. Unos en el papel de malos y otros en el papel de tontos (el mío, protagonista)...
Y esa pantalla protectora me libró de amargarme, aunque ello no implique haber aprendido la lección. Porque aunque yo me sienta un ser que va más allá de mi presencia física, está claro que esos otros seres humanos están a mil años luz de reconocerse como seres de luz, tal cual somos casi todos, y por ello se van a centrar en su materialidad o en su materialismo, van a seguir luchando por sus apegos y no van a dudar en herir, humillar o manipular la realidad.
Pero allá ellos con su conciencia, porque ésta, aunque la nieguen, existe dentro de ellos y a través de su sueños, de sus dolores y pensamientos, llegarán a darse cuenta de los errores cometidos. Y allí, en ese instante, estará mi perdón para liberarlos de esa culpa.
Es liberador sentir esto, reconfortante y sosegador. Como si una gran losa saliese despedida de mi pecho de una manera indómita. Soy libre. Libre de sentir culpas, libre de ser yo misma - pese a quien pese- libre de manifestar mis ideas (aunque sea en foros limitados) pero sobre todo libre de corazón.
Y ya me he dado cuenta de que con ello he radicado cualquier resquicio de desprecio, odio o miedo que pudiera sentir por determinadas personas. Apenas me queda un poco de pena ante su propio dolor, por lo físico pero sobretodo por lo duro de su corazón. Un dolor físico que refleja lo invertebrado de sus vidas, precisamente en lo que representa la columna vertebral de su cuerpo.
Y tras soltar esas cargas miro adelante con otras emociones, sin resquemores que me frenen en mi evolución, porque cuando se actúa de buena fe, con el corazón en la mano y sin malicia, nada malo ha de acontecer, por mucho que las fuerzas oscuras traten de hacerse notar entre la luz. Mejor encenderme, más y más, y tratar de irradiar más luz, porque solo con luz se puede eliminar la oscuridad.

lunes, 15 de abril de 2013

Disertaciones de una que está despertando


Hace un momento estaba duchándome y una idea se ha instalado en mi cerebro. Será que ando cansada a estas horas y el calorcito del agua ha hecho despertar en mí una idea, que quiero compartir. 
Hace un ratito, via wasap, una amiga me comentó que en breve iría a visitar a mi hermana, que, sin duda, es una maravillosa dentista. Iba recomendada a su vez, por la hermana de mi amiga que a la vez es amiga de mi hermana.
Durante la ducha, como decía, se me ocurrió una idea, que puede ser absurda, pero que fue hilándose a otras ideas formando una relación lógica en mi cabeza, por lo menos para mí.
Visualizaba a mi amiga, móvil en la mano, wasapeando (nuevo verbo a acuñar por la Rae) dicha información para mi conocimiento. A su vez, imaginaba a mi amiga siendo wasapeada por su hermana mayor para informarle de la cita concertada, y a su vez la pregunta wasapeada por la hermana de mi amiga a mi propia hermana sobre la posibilidad de ser atendida en la consulta. 
Pensé, a continuación, en lo que ha servido para mi propia evolución haber creado un grupo en octubre con algunas de mis compañeras del colegio. Se han sanado de raíz un montón de traumas que acumulaba de la infancia, solo por abrir mi corazón a todas estas compañeras con las que transcurrió mi infancia y me ayudaron a forjar a la persona que soy hoy, ya lunes, 15 de abril. 
Igualmente pensé que la misma relación se estaba dando en el grupo de las compañeras de mi hermana, mujeres que rozan los cincuenta pero que muestran una inocencia que no marchita, cuando se reúnen.
Por otro lado he pensado en lo que las nuevas tecnologías están ayudando al despertar de la conciencia, tanto individual como colectiva. 
Redes como facebook y herramientas como wasap (whatsapp para los puristas) han unido a personas que entablaron relación de algún tipo tiempo atrás. Y ayudan, al menos en mi caso, a recuperar a personas que pasaron por tu vida de una manera más superficial y ahora te aportan muchas cosas nuevas e insustituibles. 
Y rizando el rizo, y metiéndome en mis nuevos recuerdos y conocimientos, yo me pregunto...si de verdad somos almas que hemos pactado un encuentro en esta vida para vivir una experiencia determinada, no será que Dios, el universo, o como le queramos llamar, ha puesto todas estas herramientas en nuestro camino para facilitarnos el trabajo?. ¿Acaso no me han ayudado a mí a conocer a personas que me han enseñado a mirar dentro de mí misma y descubrir quien soy? ¿Acaso no me han servido para contactar con personas de mi pasado y ayudarme a cerrar heridas que sangraban interiormente?
En ambas cuestiones la respuesta es sí. 
Hace pocos días se creó otro grupo de wasap de mi paso por el Zambra, en mi periodo de fotógrafa que trabajaba de lunes a domingo para sacar adelante a una familia. En aquella ocasión conocí a personas que a la larga me enseñaron muchas cosas, como el valor de la amistad y el perdón, tras separaciones forzadas, el dolor de la mentira, la felicidad de los reencuentros. Sé que cada una de las almas que conocí en aquel lugar han tenido un papel protagonista en mi vida durante algún día, porque nadie aparece en tu vida por azar. Todas las personas, seas quienes sean, cumplen una función en tu vida y lo que le hagas a cualquiera de ellas te viene rebotado de alguna manera a la tuya.
Así que ahora me toca repasar muchas cosas de mi vida, de todas las personas que pasaron y dejaron algún tipo de huella. Son almas con las que pacté un encuentro por un motivo que, evidentemente, no puedo recordar. Solo algunas de ellas sí han sido reconocidas en ese otro estado, el de la meditación que tantas puertas abre, y por eso es más difícil dejarlas marchar porque sabes que han formado parte de tu existencias más allá de la Irene que soy ahora. 
Por eso dejemos ya de ser tontainos y quejarnos de las nuevas tecnologías. ¿A quién no se le ha dibujado una sonrisa cuando ha visto aparecer, por ejemplo, en su facebook la petición de amistad de una amiga de la infancia, o de un compañero de pandilla, o de un antiguo amor?. La parte "vieja del visillo" se despierta inmediatamente y quieres saber qué fue de esa persona durante tanto tiempo. Y si después interactúas con dicha persona puede que te des cuenta de que tiene mucho más en común de lo que te creías y a lo mejor, y con suerte, también está a punto de despertar. 
No soy de las que se cierran a las nuevas tecnologías, porque, entre otras cosas, me dan la posibilidad de lanzar mis pensamientos al océano de una red por la que navega quien quiere hacia donde quiera, y bebe de las fuentes que quiere, sin importarle a nadie. Y si en los muchos puertos se pueden adquirir otras visiones de la vida, igual aprendes a despertar y a abrirte a una nueva realidad. Quizás estas máquinas son las que nos sacarán, definitivamente, de la Matrix, Buenas noches.