lunes, 15 de abril de 2013

Disertaciones de una que está despertando


Hace un momento estaba duchándome y una idea se ha instalado en mi cerebro. Será que ando cansada a estas horas y el calorcito del agua ha hecho despertar en mí una idea, que quiero compartir. 
Hace un ratito, via wasap, una amiga me comentó que en breve iría a visitar a mi hermana, que, sin duda, es una maravillosa dentista. Iba recomendada a su vez, por la hermana de mi amiga que a la vez es amiga de mi hermana.
Durante la ducha, como decía, se me ocurrió una idea, que puede ser absurda, pero que fue hilándose a otras ideas formando una relación lógica en mi cabeza, por lo menos para mí.
Visualizaba a mi amiga, móvil en la mano, wasapeando (nuevo verbo a acuñar por la Rae) dicha información para mi conocimiento. A su vez, imaginaba a mi amiga siendo wasapeada por su hermana mayor para informarle de la cita concertada, y a su vez la pregunta wasapeada por la hermana de mi amiga a mi propia hermana sobre la posibilidad de ser atendida en la consulta. 
Pensé, a continuación, en lo que ha servido para mi propia evolución haber creado un grupo en octubre con algunas de mis compañeras del colegio. Se han sanado de raíz un montón de traumas que acumulaba de la infancia, solo por abrir mi corazón a todas estas compañeras con las que transcurrió mi infancia y me ayudaron a forjar a la persona que soy hoy, ya lunes, 15 de abril. 
Igualmente pensé que la misma relación se estaba dando en el grupo de las compañeras de mi hermana, mujeres que rozan los cincuenta pero que muestran una inocencia que no marchita, cuando se reúnen.
Por otro lado he pensado en lo que las nuevas tecnologías están ayudando al despertar de la conciencia, tanto individual como colectiva. 
Redes como facebook y herramientas como wasap (whatsapp para los puristas) han unido a personas que entablaron relación de algún tipo tiempo atrás. Y ayudan, al menos en mi caso, a recuperar a personas que pasaron por tu vida de una manera más superficial y ahora te aportan muchas cosas nuevas e insustituibles. 
Y rizando el rizo, y metiéndome en mis nuevos recuerdos y conocimientos, yo me pregunto...si de verdad somos almas que hemos pactado un encuentro en esta vida para vivir una experiencia determinada, no será que Dios, el universo, o como le queramos llamar, ha puesto todas estas herramientas en nuestro camino para facilitarnos el trabajo?. ¿Acaso no me han ayudado a mí a conocer a personas que me han enseñado a mirar dentro de mí misma y descubrir quien soy? ¿Acaso no me han servido para contactar con personas de mi pasado y ayudarme a cerrar heridas que sangraban interiormente?
En ambas cuestiones la respuesta es sí. 
Hace pocos días se creó otro grupo de wasap de mi paso por el Zambra, en mi periodo de fotógrafa que trabajaba de lunes a domingo para sacar adelante a una familia. En aquella ocasión conocí a personas que a la larga me enseñaron muchas cosas, como el valor de la amistad y el perdón, tras separaciones forzadas, el dolor de la mentira, la felicidad de los reencuentros. Sé que cada una de las almas que conocí en aquel lugar han tenido un papel protagonista en mi vida durante algún día, porque nadie aparece en tu vida por azar. Todas las personas, seas quienes sean, cumplen una función en tu vida y lo que le hagas a cualquiera de ellas te viene rebotado de alguna manera a la tuya.
Así que ahora me toca repasar muchas cosas de mi vida, de todas las personas que pasaron y dejaron algún tipo de huella. Son almas con las que pacté un encuentro por un motivo que, evidentemente, no puedo recordar. Solo algunas de ellas sí han sido reconocidas en ese otro estado, el de la meditación que tantas puertas abre, y por eso es más difícil dejarlas marchar porque sabes que han formado parte de tu existencias más allá de la Irene que soy ahora. 
Por eso dejemos ya de ser tontainos y quejarnos de las nuevas tecnologías. ¿A quién no se le ha dibujado una sonrisa cuando ha visto aparecer, por ejemplo, en su facebook la petición de amistad de una amiga de la infancia, o de un compañero de pandilla, o de un antiguo amor?. La parte "vieja del visillo" se despierta inmediatamente y quieres saber qué fue de esa persona durante tanto tiempo. Y si después interactúas con dicha persona puede que te des cuenta de que tiene mucho más en común de lo que te creías y a lo mejor, y con suerte, también está a punto de despertar. 
No soy de las que se cierran a las nuevas tecnologías, porque, entre otras cosas, me dan la posibilidad de lanzar mis pensamientos al océano de una red por la que navega quien quiere hacia donde quiera, y bebe de las fuentes que quiere, sin importarle a nadie. Y si en los muchos puertos se pueden adquirir otras visiones de la vida, igual aprendes a despertar y a abrirte a una nueva realidad. Quizás estas máquinas son las que nos sacarán, definitivamente, de la Matrix, Buenas noches.

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