Cuando las decisiones está tomadas y sabes que tu vida ha elegido un camino muy distinto al que llevabas no puedes dejar de dudar y de mirar atrás. Ves que el camino que siempre llevaste se va alejando y te queda una cierta duda sobre si la elección fue la correcta. Ante ti solo hay un terreno desconocido en el que apenas vislumbras lo que serás dentro de unos días, o unos meses, o unos años.
Sé que he herido profundamente, y eso me hace sentir mal. No he querido dañar pero ha sido inevitable al dar el giro en mi vida.
Necesito ser feliz o al menos necesito intentar serlo. Quisiera volver a sonreir, a amar, a soñar, a ilusionarme y sé que, para todo ello, debía elegir un nuevo rumbo.
Como en todo recorrido siempre quedan huellas que demuestran que ese camino se trazó, se cruzó y recruzó mil veces, sin que los resultados que siempre se deseaban se concretizasen.
Cruzo ahora tierra virgen con la ilusión de no equivocarme, de aprender cosas nuevas, de reconocerme.
Me alegro mucho de que hayas tomado una decisión.
ResponderEliminarEn los últimos años yo también he aprendido mucho, por eso me atrevo a decirte que todo paso que des oyendo a tu corazón será, sin lugar a dudas, un buen paso. Todos seríamos mucho más felices si prestáramos más atención a lo que este órgano tan maravilloso tiene que decirnos, que siempre estará encaminado a que seamos nosotros mismos y no lo que los demás desean que seamos. He de decirte también que me alegro muchísimo de que nos hayamos vuelto a reencontrar y que deseo de todo corazón que seamos siendo amigas siempre. Un beso muy grande.