Y tu ser... voló la noche del domingo y hoy se ha diluido entre las lágrimas de cientos de familiares y amigos que hemos ido a despedirte.
Has quedado impreso en nuestros corazones para siempre, porque, Álvaro, eras nobleza, gallardía, caballero andante, fuerza y honor.
He perdido al hermano pequeño, al adolescente intrépido, al adulto responsable y al motorista apasionado. Te has marchado joven, como siempre sospechabas, dejando una huella imborrable reflejada en tus hijas.
Nunca imaginé tener que despedirte, porque al igual que los padres no deberían despedir a sus hijos, ningún hermano mayor debería tener que decirle adiós al pequeño.
Atrás quedará el niño rubio que me acompañaba vestido de flamenco, el rocker ochentero que enamoraba a mis amigas por la simpatía y por esos ojos verdes heredados de papá, al adulto que, como buen vecino, pedía y prestaba las más que variadas cosas.
Echaré de menos esos audios de WhatsApp que me mandabas porque eras puro ímpetu y de uno a otro podías decir dos cosas diferentes y aún así ser coherente...
No quiero decir adiós, porque en mi fondo sé que nos volveremos a encontrar, aunque sea con otra carcasa, en otra época, o simplemente como seres etéreos.
Me dirías que estoy majara, pero quizás ahora, que eres llama viva en nuestros corazones, estés de acuerdo conmigo.
Háblame en sueños, hermano. Háblame antes de marcharte de este plano; que sepa que estarás bien y que pronto verás la esencia de nuestros padres y de tu tocayo que ya volaron hacia esa otra dimensión.
Es ahora cuando quiero creer en casi todas las religiones y creencias para pensar que estarás volviendo a la casa de las almas, o yendo al cielo cristiano, aunque igual ahora te iba más lo del harén, puesto que esperemos que tardes mucho en reencontrarte con tu gran amor que se queda con nosotros.
En cualquier caso quiero sentir y pensar, querido Álvaro, que tu viaje al más allá será grato y que no nos echarás de menos al entender que esto es algo transitorio y que, como en muchas de aquellas temporadas de viajes, tardaremos en verte, pero ese reencuentro llegará para todos.
Un abrazo enorme, querido hermano, siempre habitarás en mi corazón. Te quiero
Muy lindo! He quedado sin palabras.
ResponderEliminarUn beso gigantesco, mi querida Irene.
ResponderEliminarGracias, Irene. Un beso
ResponderEliminarMuy emotivo Irene, se me han puesto los vellos de punta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Irene: je t'embrasse très fort. Por brevemente que lo conocí(en el campo), me acuerdo de tu hermano, de su hermosa mujer (por fuer y por dentro)y de las dos chiquillas. No llegué a conocer su tocayo.
ResponderEliminarOtra vez te mando un fuerte abrazo: Agnès, maman de Luc.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar"Por fuera y por dentro": una hermosisima familia.
EliminarQueridísima Irene....que sentimiento, que amor muestra esta poesía que has sido capaz de plasmar en un papel y q también refleja el sentimiento de pérdida y a la vez de eternidad que sentimos en estos durísimos trances. Tal y como lo leía, he visto una foto fiel de Álvaro, he revivido momentos q pase con el, siempre alegres, como el era. Y por supuesto, me he emocionado mucho, porque os quiero , porque formáis parte de mi, de mi familia.Todo nuestro amor para vosotros. Os queremos.
ResponderEliminarIrene lo siento muchísimo!!!! M quedó sin palabras al leer las tuyas tan bonitas, llenas de amor y dolor a la vez. Le recordaré siempre que venía a Pinilla con su moto. Mucho ánimo, fuerza y fe, en lo que quieras, para recomponer los trocitos q ha dejado. Bsots y abrazos muy fuertes.
ResponderEliminarIrene, suscribo tus palabras que me resultan del todo conmovedoras, llegándome al corazón aún sobrecogido por la triste pérdida de nuestro muy querido Álvaro.
ResponderEliminarLo tendré en mis recuerdos y oraciones por siempre. DEP
Adolfo
Muy bonito y emotivo.
ResponderEliminarMe has hecho recordar tantas facetas de tu hermano que tenía olvidadas después de tantos años.
Yo también le recuerdo de chavalito y cuando después fue creciendo, a la vez seductor, juguetón y sobre todo buena persona.
Un alma buena y te lo dice alguien no creyente.
Pero seguro que está en algún sitio y que está bien.
Un abrazo inmenso para todos los que le queríais tanto.
Soy Yolanda.
Eliminar