lunes, 9 de enero de 2023

Lo que ven mis ojos

Hoy quería volver al título de mi blog en lo que se refiere a mis ojos. Los que me han leído alguna vez saben que desde hace muchos años tenía problemas de vista y con dificultad me apañaba con la visión plana que me proporcionaba mi ojo derecho. El izquierdo solía agazaparse dentro de mis párpados inútil ante la vida cotidiana. Y así me acostumbré a vivir. 
Tras muchos años conviviendo con el dolor que la operación de miopía me había provocado, desarrollando la ectasia corneal, decidí dar el paso de aceptar la córnea  que algún generoso donante me regalaría cuando ya no la fuese a necesitar. Y confié, pero no sirvió de mucho. Bueno, sí, dolor se incrementó mientras los puntos de la sutura estaban pero fue desapareciendo. Tras esta experiencia fui consciente de que no parecía que la córnea nueva fuera a devolverme la vista en el ojo izquierdo, lo cual era bastante aterrador en cuanto a que el derecho podrá sufrir la misma suerte en cualquier momento. Así que indagué hasta descubrir las lentes esclerales. Durante un tiempo me funcionaron pero no me resultaban muy cómodas, por lo que no tenía muchas esperanzas de ver en tres dimensiones. 

Han pasado muchos años y un día del año pasado, compartiendo viaje en un blablacar conocí a una chica que me dijo que trabajaba en un centro óptico pionero en Sevilla. Le prometí que en cuanto tuviera la posibilidad iría a investigar si mi tuertez tenía solución.
Y ¡vaya si la tenía!. Cuando me probé la lentilla esclerar con la que ellos trabajaban mi mundo dio un giro total. Mi cerebro, loco, no era capaz de interpretar qué estaba pasando porque, de repente, pasé de la oscuridad a la más bella luz. Todo era níntido, con los dos ojos, había profundidad, volúmenes... Todo cambió a medida que aceptaba que la imagen estaba desdoblada y había que unirlas en una única.
Y así estoy hoy, probando durante muchas horas la lentilla que me ha devuelto la vista al 100%, la que me permite volver a mirar de reojo por la parte izquierda y que me evita golpes cotidianos por no saber calcular las distancias. Decir que estoy contenta es poco. Sé que pocos de los que me leen podrán entender la sensación que se produce cuando tras más de 20 años vuelves a ver todo como realmente es. El subidón es increíble. Ahora solo debo desear que la adaptación a mi ojo de este milagro sea el adecuado y no quede todo en un espejismo. 
Así que como los ojos físicos ya ven, daremos prioridad a todo aquello que los ojos internos nos enseñan y nos cuesta ver. No descuido esa parte y cada día que pasa le voy encontrando sentido a todas mis vivencias, hasta a las que me han hecho daño. Feliz vuelta a la rutina. Feliz 2023. Este lo veré de otro modo ¿No dicen que todo depende del cristal con que se mire? Pues por fin encontré mi cristal y lucharé porque todo lo demás cada vez sea más claro. 

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