domingo, 12 de junio de 2016

Crónica de un desprecio anunciado

Explicaba lo acontecido a quien bien me conoce y me recordó el libro de García Márquez "Crónica de una muerte anunciada" en el que Santiago no se entera de que va a morir hasta segundos antes de su muerte. Todo el pueblo sabía que moriría menos él.
Así me vi yo el otro día. Sorprendida de vivir rodeada de personas que no sienten el más mínimo aprecio por mí, que durante un número de días indeterminado para mí se cruzaron conmigo y nada me dijeron. Y cuando todo pasó no sabía bien como reaccionar.
Para muchos yo sería la que se negaba a participar porque soy poco colaborativa; para otros ni siquiera existo puesto que ya hace mucho que me recluyeron en mi cueva, pero la realidad es que yo nada sabía.
Después muchos me vinieron a preguntar y yo fui diciendo la verdad o mintiendo, dependiendo de quien viniese la pregunta. ¿Tenía sentido hacer otra cosa?
Sin embargo la marea vino después. Quien me conoce bien me hizo ver mi valía y me regalaron toneladas de amor. Un reconocimiento que me llega mucho más adentro que unos aplausos momentáneos. Fueron aplausos gestados durante años, de personas que sí saben quien soy yo, a veces hasta me conocen más que yo a mí misma, y las lágrimas de emoción perdurarán en el tiempo porque ese amor recibido sí es imperecedero.
Y quiero dar las gracias a los unos y a los otros. Unos por hacerme ver qué lugar ocupo en esa faceta de mi vida, otros por compensar con creces la sensación de sentirme humillada. Y curiosamente no me siento así. Me alegro de que disfrutasen, de que se sintiesen protagonistas, de que hiciesen reír a muchas personas, aunque yo no estuviese. Hace mucho que perdoné esas mentiras que sobre mí se vertieron (y lamentablemente se vertirán), esos desprecios que solo me producen pena y vergüenza ajena, y también superé la sensación de sentirme invisible para la mayoría.
Soy feliz en este estado. No quiero más. Soy visible para quien me quiere y ese grupo es infinitamente mayor que el otro.
Quería agradecer especialmente sus palabras a una amiga fotógrafa que más que nadie me hizo entender quien soy. Gracias guapa, esta entrada va por ti.

1 comentario:

  1. Irene creo que sabes lo mucho que te aprecio y siempre tendrás un trocito de mi corazon, eres una gran persona y mereces rodearte de lo mejor.
    Un abrazo

    ResponderEliminar