miércoles, 15 de septiembre de 2010

Yo y mi mobbing


Siempre me tuve por una buena persona. Nunca hice daño a nadie a sabiendas, aunque soy consciente de que alguna de mis decisiones en el pasado pudo herir a alguien. También es cierto que durante un tiempo fui marioneta inconsciente y unos hilos consiguieron manejarme sin que yo me diera cuenta. Pero eso no me hace mala persona.
Hoy sin embargo quiero hacer una confesión por mi propio bien. Estoy siendo acosada.
Si, sé que es muy fuerte que lo escriba aquí, en mi rincón, pero creo que hacerlo me ayudará a enfrentarme mejor a la situación que estoy viviendo.
Ya me lo dijeron durante el curso anterior. Más de un experto de los que visité el año pasado durante mi baja me dijeron que estaba sufriendo "mobbing" e incluso alguno me dijo que lo que yo estaba padeciendo era "de manual".
En aquel momento lo dejé pasar y traté de rehacerme como persona, valorarme a mí misma y en el éxito de la recuperación de mi autoestima tuvieron mucho que ver el apoyo de mis alumnos, de los padres, de mis amigos y de este mi blog. Con todos ellos fui recuperando la autoestima que determinadas personas se habían encargado de minar poco a poco.
Y comenzó un curso nuevo. Como muchos de mis seguidores saben estaba ilusionada, llena de ganas de volver a darme a mis alumnos con el mismo cariño e interés de siempre. Ya casi había olvidado lo que me esperaba.
Pero han tardado poco en recordármelo.
Para quien no lo sepa dejo un enlace sobre lo que es el mobbing y lo que se pretende con él. No voy a entrar a hacer el paralelismo entre lo que se recoge en dicho documento y lo que yo estoy sufriendo, pero quien me conoce bien podrá reconcer muchas de las acciones de las que estoy siendo sujeto en los dos últimos años como estrategias encaminadas a prescindir de mí.


"Estrategias y modalidades de mobbing

- Gritar, avasallar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas.
- Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo.
- Sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo.
- Amenazar de manera continuada a la víctima o coaccionarla.
- Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar («hasta que se aburra y se vaya»).
- Modificar sin decir nada al trabajador las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo.
- Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, usar medidas exclusivas contra él, con vistas a estigmatizarlo ante otros compañeros o jefes (excluirle, discriminarle, tratar su caso de forma diferente).
- Ignorarle (hacerle el vacío) o excluirle, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia («ninguneándolo») o su no presencia física en la oficina, o en las reuniones a las que asiste («como si fuese invisible»).
- Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
- Difamar a la víctima, extendiendo por la empresa u organización rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
- Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado por la víctima, negándose a evaluar periódicamente su trabajo.
- Bloquear el desarrollo o la carrera profesional, limitando retrasando o entorpeciendo el acceso a promociones, cursos o seminarios de capacitación.
- Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos a él, como la casualidad, la suerte, la situación del mercado, etc.
- Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc.
- Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle de algo.
- Castigar duramente o impedir cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el marco de sus responsabilidades y atribuciones.
- Bloquear administrativamente a la persona, no dándole traslado, extraviando, retrasando, alterando o manipulando documentos o resoluciones que le afectan.
- Ridiculizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos ante los demás trabajadores, caricaturizándolo o parodiándolo.
- Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
- Robar, destruir o sustraer elementos clave para su trabajo.
- Atacar sus convicciones personales, ideología o religión.
- Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad."


De casi todos los puntos que se recogen en esta lista podría poner un ejemplo real de lo que me están haciendo a mí pero esta vez no voy a callarme.

Evidentemente muchos podrían indicarme que son percepciones mías, pero si continúo leyendo las consecuencias del acoso laboral en el acosado el paralelismo ya es indudable.

"Consecuencias psicológicas y laborales:

Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
Proceso de desvaloración personal.
Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
Somatización del conflicto: enfermedades físicas.
Insomnio, ansiedad, estrés, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación con la pareja, depresión.
Inseguridad, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador."

Es evidente que también he pasado por muchas de esas fases
Y si hoy estoy aquí escribiendo esto en mi blog es porque he sentido miedo. Sí, miedo.
El final del artículo es aterrador y no estoy dispuesta a llegar a ese punto. No quiero acabar derrotada y por eso lanzo mi grito a quien lo quiera escuchar para que se alcen las voces que sean necesarias para frenar radicalmente todo ese proceso.
Porque yo no soy polémica, siempre he ayudado a todos mis compañeros y he procurado facilitarles el trabajo, más aún cuando tenía responsabilidades. Nunca he despreciado el trabajo de nadie y siempre he creído en las posibilidades de cada uno. Siempre he sido una trabajadora eficaz y eficiente. Autodidacta he transmitido todo lo que aprendido a quien lo necesitase sin pedir nada a cambio.
Y eso lo saben mis compañeros pero hay quien se ha dedicado a crear una imagen falsa de mí. Se han dedicado a desprestigiarme, a dudar de mi estabilidad mental, a criticar mi trabajo sin siquiera saber qué y cómo lo hago. Me han robado méritos con actividades de dudosa legitimidad. Me han sancionado por defender la legalidad. Me han insultado y agredido. Me han vejado y arrinconado. Me ignoran y limitan mi iniciativa en cuanto abro la boca.

Es cierto que los trapos sucios se lavan en casa, pero ya no puedo más. No quiero destrozar mi familia, que mis amigos me abandonen, quedarme sin trabajo por no haber gritado lo más fuerte posible.
Mi blog, mi rincón virtual, es la voz que ya no me queda para que me oigan.
Yo estoy sufriendo mobbing...¿Qué puedo hacer?

1 comentario:

  1. Irene, el primer paso que has dado es el más importante; ser consciente de que estás sufriendo una situación que se sale de las normas establecidas en el trabajo. Tienes que hacerte valer y confiar en aquellas personas que están a tu alrededor, en las que sabes que te pueden ayudar, para que ellos mismos también hagan lo que esté en su mano.
    De todas formas, tienes que ser muy fuerte para seguir estando ahí y no haber abandonado. Pero seguro y espero que así sea, Dios les castigue con el tiempo a esas personas que se están portando mal contigo porque a cada cerdo le llega su San Martín.

    Un besazo enorme!

    ResponderEliminar