miércoles, 6 de abril de 2011

La ignorancia de la juventud (no de todos)

Hoy he sentido más que nunca que las nuevas generaciones de jóvenes son muy distintos a mí. Ya sabía que las nuevas tecnologías los estaban alejando de la realidad de una manera muy sutil y que el abismo entre la realidad y la virtualidad cada vez era mayor.
Imparto clases de historia y hoy, cuando estaba explicando la Transición española, he repasado los presidentes que ha tenido España desde la muerte de Franco. He comprendido que no supieran reconocer las fotos de Adolfo Suárez ni lo que representó ese hombre en la historia de España. He comprendido que no supieran que los jóvenes de los años setenta fueran tan reinvidicativos y que lucharan por la libertad, quizás porque ellos han nacido en un país libre y no se valora lo que ya se tiene. Pero me ha sorprendido, y mucho, que no supieran quien era Felipe González, que apenas supieran nada de Aznar y que no supieran explicar qué fue el 11 de marzo. Es cuando he sido consciente de que viven en otra dimensión, en una donde no importa nada más allá que el Tuenti, los ipods, los ordenadores y, en el mejor de los casos, las reuniones sociales ¡¡¡en vivo!!! con los amigos, donde, desgraciadamente, debe, obligatoriamente, correr el alcohol para que se sientan a gusto.
Y lo curioso de todo es que yo, a mis 43 años, no me considero mayor. Me considero joven pero a años luz de la juventud "oficial". Creo que los que tuvimos 18 en los ochenta éramos diferentes porque salíamos de una sociedad oprimida que empezaba a vislumbrar aires de libertad y la vida se presentaba llena de ilusiones y esperanzas. Soñábamos con un futuro mejor en el que nadie sería encarcelado o amonestado por expresar su opinión, por besarse en la calle, por reunirse. Conocimos la sexualidad con naturalidad, sin moralismos que nos condicionaran la vida eterna y eso nos hizo personas más sanas y menos reprimidas.

Hoy, con cuatro décadas a mis espaldas me siento orgullosa de la juventud que viví (y vivo). Aquellos años hicieron de mí una persona con inquietudes y con valores. Y desde mi púlpito profesional intento transmitir parte de esos valores a esta nueva juventud que veo desmotivada, sin ilusiones, sin rumbo determinado.
Está claro que no puedo generalizar porque todavía encuentro a algunos jóvenes excepcionales (lo cual es una pena precisamente por su excepcionalidad) que sí tienen inquietudes, que luchan por sí mismos y por forjarse un futuro del que puedan sentirse orgullosos. Son jóvenes que sienten que deben moverse para hacer que el mundo sea mejor y ellos me hacen concebir esperanzas.
Queda ahí mi reflexión. Una reflexión motivada porque mis alumnos no han sabido reconocer al presidente que gobernó España durante 16 años y quizás me he sentido muy vieja, ya que dicho presidente estuvo durante gran parte de mi vida haciendo y deshaciendo España. Supongo que para que estos jóvenes lo conozcan estoy yo y mi materia...pero..es tan difícil explicar objetivamente algo que se ha vivido tan de cerca...
A todos los jóvenes de los ochenta me queda decirles que somos nosotros, los chicos y chicas del baby boom de los sesenta, cuarentones en la actualidad, los que en estos momentos tenemos el futuro de España en nuestras manos, somos en gran parte responsables de la situación actual y debemos seguir sintiendo la savia de la juventud en nuestras venas porque, me temo, que muchos de los que vienen detrás de nosotros están demasiado embobados con las pantallitas de sus aparatos.

2 comentarios:

  1. Yo soy nacida casi a mitad de los años 80, aún soy joven, y me da mucha pena ver que muchos adolescentes de hoy en día no saben nada de la historia reciente. En la tele no hace mucho preguntaban a una chica sobre el nombre de los reyes católicos, no sabía el nombre, le dijeron "Era Fernando" y contestó algo así como "Ah! Lo siento. Un saludo, Fernando". ALUCINANTE. Con esto lo he dicho todo.

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  2. Creo que podría incluirme en esa geración de jóvenes que "no tiene ni idea" (nací a principios de los 90, pero puedo jurar que no s mi caso). Afortunadamente puedo decir que pocas personas que conozco son tan ignorantes como dices. Supongo que influye mucho el ambiente en el que se mueve una... pero lo que sí me parece vergonzoso es ver a los niños encerrados en el tuenti (lo del alcohol discrepo un poco, porque toooooodas las generaciones han sido así de fiesteras o peores, así que eso no viene mucho a cuento. Aun así me has dejado a cuadros con eso de que no saben quién es Felipe Gonzállez. Supongo que también es cosa de la edad. Espero para que cuando me toque a mí dar case las cosas hayan cambiado. Un saludo de un proyecto de Historiadora x)

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