viernes, 27 de mayo de 2011

El retorno de los malvados

A veces las pequeñas ofensas se convierten en caldo de cultivo para las grandes venganzas. Las personas que viven bajo esta premisa están, continuamente, maquinando la forma de resarcirse por la sensación que aquella ofensa les produjo.
Y otras veces las grandes ofensas se diluyen en el tiempo dejando apenas huella de su existencia. Las personas que defienden esta premisa suelen perdonar, aunque no olvidar, y prefieren seguir viviendo sus vidas sin intervenir más en la de los que le produjeron grandes males.
Prefiero pertenecer al segundo grupo de personas y vivir mi vida sin que el rencor o el deseo de venganza me dominen.

Pero en estos días he vuelto a constatar que sí soy objeto del desprecio y del odio de los mismos que hace un año trataron de hundirme y casi lo consiguen. Y me planteo si seguir su juego y contraatacar o dejar que sus ofensas pasen por mi lado protegiendo mi energía para evitar que me la roben. Porque la verdad es que mi vida está tan llena de actividades y personas que me gustan que no sé si debo perder ni un solo minuto en pensar en esos seres que no tienen otra cosa que buscar la manera de fastidiar a los demás.
Es más sano, seguro, no enfrentarse, diluir con la indiferencia los ataques de los que pueda ser objeto en el presente o en el futuro.
Creo que la vida va poniendo a cada uno en su lugar y los que actúan de una forma inadecuada acaban recibiendo lo que merecen.
Y con ello no defiendo las premisas de ninguna religión, pero sí creo que hay un orden universal que pone a cada uno en su sitio y que la vida acaba restituyendo tanto el bien como el mal que se ha hecho a los demás.
Así que me parece que por esta vez me voy a aplicar mis propios consejos y voy a seguir viviendo mi vida, sin hacer daño a nadie, sin rencores pero sin olvidos, con honestidad y alegría, que eso seguro que me hace feliz

3 comentarios:

  1. Hola guapa estoy de acuerdo contigo deja pasar todo lo que quieren hacerte y veras como se dan por vencidos y se olvidan un poco de ti, porque no hace daño quien quiere sino quien quiere, ha y haber si pones otra foto mas reciente en tus datos personales que esa ya está un poco antigua, bueno un beso y sigue así

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  2. La soledad y la reflexión conforman un espejo que no aguanta ni las mentiras propias. Un día te descubrirás sonriendo, ese día , vendrá naturalmente como el sol o la lluvia. Mientras tienes que esperar desde la no acción

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  3. Finalmente he tenido razón y han empezado los ataques, pero yo sigo con la misma idea. Es curioso como la intuición se me ha desarrollado en los últimos meses y ya sabía que la situación se agravaría. Pero he respondido por escrito, dando mi opinión sobre las basuras que vierten sobre mí. Mi conciencia está tranquila y no van a enturbiar mi felicidad. Sé que ellos antes o después tendrán que reconocer sus errores.

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