miércoles, 1 de junio de 2011

Cansancio


Hoy noto como mis párpados me pican. Pelean por cerrarse ante la ausencia de descanso. Mi cuerpo busca con desespero un lugar donde yacer momentáneamente para recuperar el sosiego que ha perdido prematuramente. No he dormido casi nada. Y no ha sido porque necesitaba madrugar, que también, sino porque se despertó y no quiso buscar de nuevo la compañía de Orfeo.
Y me ha pasado factura. Todo el día penando por dormir, como hacía meses que no me pasaba. Pero no le dí descanso. No podía. Demasiadas responsabilidades.
Pero ahora ha llegado la hora. Mi lecho me aguarda para acogerme entre sus brazos. Para recoger en una caricia todo el cansancio acumulado y hacerlo desaparecer. Junto a él mis ojos perderán esas desconocidas bolsas para mostrar, mañana, una cara que refleje la energía que hoy se agotó. Así que Buenas Noches a todos mis amigos. No podía dejar de escribir cómo me sentía en un día, el primero en meses, en el que notaba que parte de mi ser dejaba de pertenecerme al ser secuestrado por el cansancio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario