domingo, 29 de enero de 2012

El reencuentro

Hoy he vivido una experiencia de las más maravillosas de mi vida. Después de 35 años he visto cumplido un sueño y algo en mi interior se ha emocionado como nunca me había pasado. Todo tiene un antecedente que trataré de explicar sin caer en la ñoñería, pero mis sentimientos están hoy tan a flor de piel que no puedo dejar de dar las gracias por este inmenso regalo.
Mi niña interior está feliz. Eufórica. Llora por un reencuentro deseado, añorado y, por fin, conseguido.
Cuando era pequeña y entré en mi tercer colegio, el que sería el definitivo, tenía una amiga que era mi compañera, con la que más estaba, la que más me acompañaba y a la que quería muchísimo. Era tímida, morena y de cabello rizado. Ojos grandes y muy buena conmigo.
Quiso el destino que tuviese que marchase del colegio después de terminar 4º de EGB y yo me quedé muy triste con aquello. Se fue a Barcelona y durante años me repetía a mí misma una localidad, Hospitalet, y un número el 16, donde vivía esta amiga y a donde le escribí alguna carta.
Durante años me acordé de ella, siempre. Pero nunca más supe de ella.
Hace seis años traté de reunir a mis compañeras del colegio e hice por volver a localizar a esta amiga, entrañable e inolvidable...No lo conseguí. Muchas nos reunimos y lo pasamos muy bien recordando anécdotas de la infancia compartida pero hubo ausencias...
Pero desde que empecé a aplicar la ley de la Atracción y la Meditación, desde que accedí a hablar con mi niña interior y a creer que en ese interior estaba la fuerza de mi cambio vital, una esperanza se abrió ante mí.
Desde ese momento conseguí sanar dos grandes dolores de mi infancia, provocados por la mala actuación de dos adultos que me hicieron pasar malos momentos. Puntos aclarados y paso adelante.
Decidí volver al reencuentro con mis compañeras que tras seis años ya tocaba. Ahora las redes sociales facilitaban las comunicaciones y el intento fallido de la vez anterior quedó atrás. Volví a buscar con una intención: que todas estuviesen informadas del encuentro y optasen libremente por estar o no estar.
Ahora, casi sin esperarlo, todo el universo ha conspirado a mi favor. Todo me ha llevado al día de hoy.
Por un lado la llegada de información sobre que la hermana de mi amiga de la infancia vivía en Sevilla y que era compañera del colegio de mi hermana y, por otro que el grupo en el que ambas estaban se reencontraba ha permitido que, por fin, y tras 35 años accediera a una información efectiva sobre Rocío.
Y hoy, Gracias Dios por el día de hoy, he hablado con ella.

Llevaba semanas hablando con compañeras porque nos volvemos a reunir muy pronto pero con ninguna me ha pasado como con Rocío. Ha sido escuchar su voz y emocionarme desde lo más profundo. Un torrente de lágrimas ha acudido a mis ojos y el nudo del dolor anclado se alojó, momentáneamente en mi garganta. Casi ni he podido hablar de la felicidad que me embargaba.
Ha sido un momento maravilloso, mágico para mí.
Una vez que nos hemos reconocido ha sido como el reencuentro de alguien que siempre estuvo ahí, en el corazón, y que añorabas.
Y cuando ella me ha dicho que me recordaba perfectamente y que le había puesto mi nombre a su única hija casi me caigo al suelo. Y cuando sus amigos le habían preguntado que el porqué de ese nombre ella les decía que era por una amiga de la infancia...uf...casi me da algo. He llorado por una alegría incontrolable, feliz hasta lo más profundo de mi alma. La misma sensación que me abraza en este momento y que me lleva a escribir estas letras.
Ahora solo sueño en que el universo se siga compinchando conmigo y consiga que esta amiga mía pueda venir a Sevilla a la reunión con el resto de compañeras. Sería algo maravilloso y seguiré deseándolo para que se haga realidad.

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