jueves, 5 de enero de 2012

Mi carta a los Reyes Magos


Quizás no es muy típico compartir las peticiones a los Reyes Magos por un lugar tan visible como es una entrada de blog, pero como mis deseos para este año son bastante universales esta vez voy a dejar constancia pública de qué quiero de verdad.
Unas amigas me recordaron que nunca hay que perder la ilusión de escribir la carta de Reyes. Si de verdad confiamos en que esa magia especial existe debemos hacer todos los trámites obligatorios para que nuestra instancia llegue al conocimiento de esos Reyes que cada año inundan de ilusión cada casa de nuestro país.
Ya van quedando pocos países que no hayan sucumbido a los designios del otro gordito barbudo que adelanta los presentes al día de Navidad, por aquello de que así los niños y niñas disfrutan por más tiempo de sus regalitos.
Pero para los cuarentones y cuarentonas como yo el verdadero día mágico es el 6 de enero.
Cada mañana de este día, la niña Irene se levantaba junto con un montón de hermanos con una ilusión desbordante y se alegraba con cualquier regalo que los Reyes le hubiesen traído. Siempre me pareció realmente mágico el ritual de levantarse y comprobar que en casa de mis padres todos teníamos algo ideal, algo con lo que soñábamos y que, probablemente, no habíamos ni pedido en la carta por no ser excesivamente avariciosos. Además éramos conscientes de que no habíamos sido todo lo bueno que predicábamos en nuestras cartas y por eso, al menos yo, nos quedábamos maravillados de lo tremendamente generosos que habían sido los Reyes, sobretodo Baltasar, con nosotros.
Realmente no sé cuando dejé de escribir cartas a los Reyes pero creo que fue en ese momento en el que empecé a perderme realmente en la vida.
Y como este ha sido un año de redescubrimiento de mí misma ahí va mi carta.
Queridos Reyes Magos:
En primer lugar quiero daros las gracias por haberme dado durante este año mucho, a pesar de no haberos escrito la carta el año pasado.
Muchas alegrías me ha supuesto el reencuentro con personas que fueron muy importantes para mí en otros momentos de mi vida y que me han hecho sentir un amor muy profundo y verdadero. He sido consciente de que hay amistades que nunca se mueren a pesar de la distancia o el tiempo y que se fundamentan en el amor que esa amistad lleva implícita. Muchas casualidades o causalidades han permitido estos reencuentros, algunos reconocimientos que no me había permitido tiempo atrás y sobretodo el encuentro con personas nuevas que han añadido intensidad a mi vida.
Para este año os pido más de lo mismo, mucho amor en mi vida, de todas las variedades posibles, tiempo para disfrutarlo y salud para valorarlo. Y sé que esta petición vale casi para todo y para todos así que os pido lo mismo para todas las personas a las que quiero, salud, trabajo y sobre todo, y en cantidades desbordantes, AMOR.
Otras cosas secundarias también puedo perdírosla pero creo que si me traéis lo primero conseguiré templar mis ímpetus y conseguirlo por mí misma. Pero os lo escribo por si creéis pertinente dejarme un poquito ahora para ir tirando.
En primer lugar os pido un poco de paciencia con mis hijos. Es verdad que son algo inquietos y que se pelean mucho, pero con un poco de amor del que os he pedido antes, podré comprenderlos mejor y ayudarlos a respetarse más el uno al otro.
También quiero mucha alegría para poder compartirla, con mis amigos, con mis alumnos, con mi familia. Quiero que mi sonrisa inunde mi cara para que mi entorno pueda brillar de la misma manera. Sé que una sonrisa genera muchas más y creo que todos nosotros necesitamos ver sonrisas por donde vamos para iluminar este mundo y hacerlo mucho mejor.
Quiero salud para los míos aunque parezca egoísta. Realmente quiero salud para todo el mundo, pero también sé que la enfermedad es una consecuencia de la propia evolución personal y que su ausencia, a veces, es el desencadenante de los cambios que se necesitan en la vida. Ante la enfermedad comenzamos a valorar la salud, lo que tenemos, somos conscientes de la fragilidad de la vida y valoramos cada minuto que estamos en este mundo.
Quiero paz para el mundo y sé que debo empezar por mi entorno más cercano, por lo que mi petición empieza por la paz en mi casa. Esa paz fue lograda durante unos meses en los que conseguí navegar sola en esta casa y logré mucho de mí misma. No sé si las decisiones tomadas en los últimos meses han sido pruebas que yo misma me he puesto en el camino o son la confirmación de que este camino es de sentido prohibido y simplemente me toca llegar al final del mismo para chocarme definitivamente y girar el rumbo de una vez por todas. Tampoco puedo saber si al final del camino voy a ver la luz y me alegraré de haberlo tomado a pesar de que la experiencia me indicaba que podía equivocarme...
Quiero sentirme feliz en mi trabajo, poder ayudar a mis alumnos en su evolución personal, tanto en el ámbito académico como humano y ayudarlos a forjarse como mujeres y hombres de bien. Así que os pido esa clarividencia que se necesita para hacer las cosas bien y no equivocarme en esas orientaciones.
Puestos a pedir también me gustaría vivir económicamente más desahogada. Este año ha sido bastante durillo en ese aspecto y os querría pedir la forma de plantearme la vida de tal manera que, o necesite menos, o consiga más, hasta llegar al punto de equilibrio que me permita centrarme en cosas más importantes.
También quiero (y creo que ya estoy pidiendo demasiado) acabar de despertar, ser consciente verdaderamente de quien soy, conseguir la maestría en Reiki para seguir evolucionando y poder ayudar a otras personas en sus caminos vitales.
Yo, a cambio, os prometo procurar todo esto por mí misma, ayudar a quien lo necesite en todo lo que pueda y ser buena...
Muchas gracias por todo lo que me traigáis esta noche. Es algo que he aprendido durante este año, a ser agradecida por absolutamente todo, porque cada día en sí mismo es un regalo, porque curiosamente en portugués (el único idioma que domino aceptablemente) la palabra regalo se dice presente y poder vivir este presente es ya, de por sí, un gran regalo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario