domingo, 30 de diciembre de 2012

Recapitulando

Hoy quisiera dejar a mi corazón que dirigiese el movimiento de mis dedos al escribir en este blog.
El motivo para hacerlo puede ser que el año se acaba. Y cuando llegan los finales de ciclo siempre es bueno recapitular, reflexionar, valorar y extraer las enseñanzas de todo lo vivido.
Y no es tarea fácil hacerla desde la frialdad de la mente. Por ello mejor ceder el testigo a este corazón que tanto tiene que contar a este mundo.
Porque es desde ese músculo aparentemente descerebrado, desde el que de verdad soy capaz de expresar lo que mi cerebro se encarga de abortar continuamente. Porque al darle rienda sueltas a la sede de mi Yo he descubierto quien soy yo realmente.
Hasta soy capaz de aceptar que me he equivocado en casi todo o mejor dicho, que he errado en casi la totalidad de las decisiones. Pero yo soy el resultado de todo ello, con mis virtudes y con mis defectos. Pero no puedo dejar de sentirme orgullosa de haber llegado hasta aquí, así, tal cual, tan Irene.
He pecado por haber amado demasiado, a cambio de casi nada.
 ¿Porqué siempre me conformé con tan poco?¿Nunca merecí ser amada 100%?.
Claro que lo merecí, pero nunca acerté en los momentos en los que tocó decidir...
Y a 30 de diciembre me pregunto...¿Se puede cambiar cuando pesan más de 45 años a las espaldas?
Y el musculito que habita en el medio de mi pecho comienza a hormiguear...y me dice...¡Tienes tanto para dar!¡Te mereces todo!
Pero suelta lastres...porque en tanto no vacíes lo que no te aporta nada, en tanto no dejes sitio al amor de verdad y al sentimiento de alegría...nunca podrá asentarse el verdadero cambio.
Me cuesta mucho dejar el pasado atrás. He perdonado mucho, he reflexionado más, he amado locamente para nada, para que la vida me regale indiferencia, pero quiero cerrar, de una vez por todas, este ciclo de mi vida
2012 era el inicio del cambio de conciencia para muchos, para los que vibrábamos en una sintonía diferente. Era un idioma diferente para aprender y para encajar en la existencia, y todo el que no ha sabido interpretar lo que significaba se quedaba fuera. Y también es importante soltar los amarres que asentaban erróneamente circunstancias a la existencia, porque solo dañan y anclan continuamente.
Es el momento de muchos adioses, a los amores pasados, a los amigos que no quieren volver, a las ilusiones que nunca se podrán materializar. Es el momento de la aceptación. De la circunstancia...
Lo importante es volver a permitir al corazón vibrar con fuerza, como un disco duro nuevo, con capacidad de recargarse de nuevos archivos, de nuevas experiencias, de nuevas personas que devuelvan a mi vida las ganas de sonreir cada día.
A todos los que me leéis os deseo lo mejor para 2013. Y para mí, también.

4 comentarios:

  1. Me encanta. Quiero ser como tu. De parte de Maria Escudero.

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  2. ME PARECE GENIAL QUE INTENTES SER FELIZ, PERO PARA ESO NO TIENES QUE MANDARLE E-MAILS A MI MARIDO, HAY OTROS PECES EN EL MAR, DEJA A LA GENTE EN PAZ CON SU FAMILIA.

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    1. Quizás así valoras al pez, como tú lo llamas. Es un pez que sigue en tu mar turbulento y esas palabras puede que le ayuden a sentirse importante. Darle otro tipo de interpretación es absurdo, porque se puede querer mucho a un amigo, sin que implique nada más.

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