lunes, 13 de septiembre de 2010

Pensar con otra cabeza

Hace un año escribí una entrada que se llamaba "Vivir otras vidas".
En aquella ocasión yo manifestaba que me gustaría clonar mi existencia para poder vivir otras vidas. No es que la que me ha tocado en suerte no sea lo suficientemente satisfactoria, sino que muchas veces tengo la impresión de que me estoy perdiendo muchas cosas. Cuando el tiempo va pasando y siento que el cuerpo empieza a sentir su paso me planteo si he hecho suficientemente por los que me rodean. No he sido lo bastante generosa, lo correcta, lo decidida, lo humana que me hubiese gustado ser. No soy creativa, ni puedo pregonar a los cuatro vientos que haya aportado algo a este mundo en el que ocupo un lugar.
Mi entrada hoy va dedicada a un nuevo amigo. A alguien que sí es creativo, que siempre está buscando experimentar cosas nuevas y todas las aportaciones que le llegan le parecen buenas. Y por la admiración que me provoca ese ímpetu trato de ordenar de alguna manera mi cerebro para que de él salga algo digno de ser leído, por el dedicando y por el resto de mis respetados lectores.
En este caso la música es un tema del que me gustaría hablar. En una ocasión traté de hacer un dictado sobre los olores y lo único que conseguí fue meterme unas cientos de calorías en el cuerpo al imaginar olores suculentos.
El describir cómo puede la música afectarme o cómo la asimilo es mucho más difícil porque me temo que tengo un oído tan torpe que ni siquiera mi escasa agudeza visual ha contribuído a su desarrollo.
Sin embargo sí puedo expresar lo que las distintas variedades musicales provocan en mi estado de ánimo.

Mi incultura musical me lleva a reconocer que muchas veces no sé diferenciar lo que es un hip-hop o un rap, ya que nunca he profundizado en esas nuevas variedades. Si amigo Jacinto leyese esto se enfadaría mucho conmigo porque ha intentado en reiteradas ocasiones que lo fuese a ver actuar como DJ en múltiples locales de Sevilla. Seguro que habría solventado gran parte de mis dudas.
Sí puedo hablar de lo que hace sentir un merengue con mucho ritmo y a dónde me traslada. Siento arena en mis pies y sal en el aire. Alegría en las caras que contemplo a pesar de la miseria y ganas de vivir a raudales. El sudor en mi frente y la idea de haber sido transportada al caribe con sus palmeras, su ron, sus motoconchos y sus piñas coladas. Esa música me hace sentir viva, joven, ágil, apasionada.
Una balada romántica me transporta a bosques centroeuropeos. Veo pinares de la Selva Negra y una gran melancolía abraza mi corazón para llevar las lágrimas a mis ojos. Sueño con el amor idílico, un caballo galopando en un claro del bosque. El príncipe azul de las novelas rosas que leía hace años.
Una canción pop de los ochenta me traslada a mis días de instituto. La emoción por descubrir lo nuevo a ritmo de Mecano o Alaska y los Pegamoides. Las nuevas amistades, la sensación de ser independiente por primera vez en la vida. Las primeras noches con los amigos. El ritmo acelera el corazón y los pies comienzan a moverse en un repiqueteo animoso.
La música clásica es punto y aparte. Algunas obras tienen la facultad de hacerme llorar de emoción o de alegría. Tengo mis obras favoritas y creo que son escasas porque nunca tuve buenos profesores que me enseñasen a amar a más autores o piezas.
"Las estaciones de Vivaldi" me llevan como una nube a recorrer los campos, unas veces floridos, otras escarchados. El sonido me traslada al nido del cuco y a la agitación de las hojas en la tormenta. Ese paseo por las estaciones consigue que reviva los sentimientos que el paso del tiempo provoca de una manera natural en mí. En el verano el sol me da la vida. La primavera es esperanza, renovación. El otoño me hace reflexiva. Y el invierno me aletarga a la espera de la nueva primavera. Por todos esos estados de ánimo puedo pasar al escuchar esa obra.
Y otra obra que me encandiló hace muchos años fue "El concierto de Aranjuez" que me emociona como pocas cosas en la vida. Me hace llorar el sentirme tan analfabeta musical porque seguro que cualquier profesor me haría entender como una guitarra puede cantar de esa manera.
Esta disertación está siendo más extensa de lo que pensaba. Me lo temía. La música, tan desconocida para mí y al mismo tiempo tan admirada ha pasado por mi vida de puntillas, dejando un reguero de recuerdos imborrables que resucitan cuando los acordes son percibidos por mi cerebro.
Lo dejo por hoy porque este intento no se asemeja en nada a lo que había pensado pero en el intento está mi triunfo.

1 comentario:

  1. Una carta muy bonita y a la vez triste, porque eres una persona que la música puede llegar a transmitirte algo más que un simple movimiento de caderas y eso se valora muchísimo por parte de los melómanos, lo único que pasa es que no tienes mucha cultura como dices y te limita a estar siempre o escuchando las mismas canciones o nunca sabiendo quien es el grupo que está sonando en la radio, disco etc... Eso requiere sus años el poder cojer una cultura musical amplia en todos los estilos, lleva casi una vida entera más bien, pero por lo pronto para empezar te diré algo básico que has nombrado y que como dices me he mosqueado mucho que no lo supieras :P y se trata de la diferencia del Hip Hop Y el Rap. Cuando se dice Hip Hop estamos nombrando a una cultura en general, como cuando nombramos Flamenco, es decir, se refiere a todos los elementos que incluye está cultura que va desde el baile hasta la música pasando por los grafitis y el arte de pinchar discos y hacer scratch.

    Cuando nombramos "Rap" nos referimos a la música que se incluye dentro de la cultura del Hip Hop que por cierto yo soy una persona que escucha desde una canción de Gary Moore y se vuelve loco como si lo tiene que escuchar de los Bee Gees o casi cualquier grupo de los 80", pero si tengo que elejir música que me transmita más, me quedo con el Rap. El rap es la poesía del futuro que ya cada vez está más presente. Quien diga que en el rap sólo se dicen palabras mal sonantes o que siempre tiene el mismo ritmo o cualquier crítica de ese tipo, esque esa persona tiene una incultura musical brutal, y más si sólo ha escuchado las canciones que sacan por la TV o por la radio que es lo más comercial.

    Sin más me ha encantado la carta a mi una persona que habla así de la música ya me enamora y espero que de aquí a un tiempo empieces a cojer mucha cultura general de música de TODOS los estilos incluido el Rap.

    Antes de despedirme te voy a dejar una canción para que la escuches y se la dediques a tus niños luego http://www.youtube.com/watch?v=DyDuAC5Gh94

    Un beso!

    Dj Zas

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