lunes, 26 de julio de 2010

Soltar lastres

No he querido herir, pero sé que lo he hecho. Desde la distancia las cosas se ven de manera diferente. Valoras lo que significa la paz y por nada del mundo quieres volver a lo anterior. Es mi oportunidad. La de volver a sentirme directora de mi propia vida. Muchas cosas han cambiado porque en esta fase mis hijos navegan en mi mismo barco, pero creo que era necesario que empezásemos a remar los tres solos. Muchas cosas se me van quedando grandes, pero sé que podré enfrentarlas y daré prioridad a lo que lo tenga. Lo que no es esencial se puede dejar a un lado. Pero necesito imperiosamente comenzar a andar sola, sin la losa que me ha ido anclando durante tantos años. Mis niños son parte de mí, y por ello los integro en mi futuro.
No he sido buena, no he utilizado el mejor medio para hacerlo, pero sé que de otra manera no me habría atrevido. Ya lo hice tantas veces y no sirvió de nada...
Cometí muchos errores en estos años de los cuales ya no merece la pena lamentarse. Lo triste sería seguir creando errores los próximos años y ello sí sería duro para mí. El tiempo corre inexorablemente. Ya voy a cumplir 43, la mitad de la edad que tenía mi padre cuando murió. En el mejor de los casos ya he vivido la mitad de mi vida. Seguramente haya consumido mucho más de mi tiempo. Y no quiero seguir con la sensación de que he perdido el tiempo, que no he buscado, luchado ni logrado la felicidad. Vuelvo a ser consciente de que la situación estaba pudiendo conmigo. Me miro al espejo y ya no me reconozco. Vuelvo a ser lo que no quería y debo quitarme los lastres para enfrentarme a mí misma. Siento herir a otros, pero más voy a lamentar si sigo permitiendo que la circunstancia me hiera a mí mucho más tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario