martes, 6 de julio de 2010

Definir el amor

Hoy me decidí por uno de los temas más complejos con los que se pueda enfrentar cualquier ser humano: Tratar de definir lo que es el amor. Y al señalar que es una acción humana descarto de una vez a todos aquellos seres humanoides pero que son inhumanos. El amor es humano, y el humano es cuerpo y alma. Por ello solo es amor lo que implica estos dos elementos, porque la parte corporal incluye desde el latido acelerado del corazón hasta la entrega más sexual que se imagine. El elemento más intangible e inmaterial es mucho más difícil de definir y delimitar.
No podemos hablar de amor en términos absolutos sino más bien como resultado de una serie de expectativas, experiencias, anhelos o sentimientos. El amor no se busca, sino que llega a tí cuando menos lo esperas. Y si el amor es hacia otro ser humano que es capaz de despertar en tí un deseo de comunión total, se convierte en una bomba que acelera tu corazón y te hace perder la razón. Porque el amor, se dice, no entiende de razones. Es, en sí mismo, irracional y cuando caemos víctimas de sus garras es casi imposible desatarse sin sufrir daño.
El amor implica entrega, se ama porque se ama, no porque se quiera amar pero para que esa comunión sea plena deseamos profundamente que el amor sea correspondido. Es como el sol que ilumina solo una cara de la luna, y nosotros queremos un sol paralelo que ilumine también el otro lado.
Es verdad, lo reconozco, es muy difícil definir el amor. Es más fácil sentirlo, soñarlo, imaginarlo y hasta olvidarlo...

2 comentarios:

  1. No hay palabras.
    Un suspiro profundo.
    Falta el aire.
    Tú me entiendes...

    Te superas día a día.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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